
Durante el invierno, el riesgo de quemaduras infantiles aumenta debido al uso de estufas, hervidores y la preparación de comidas calientes.
Desde el Hospital de Niños Dr. Roberto del Río advierten que el 90% de estos accidentes ocurren dentro del hogar, especialmente en la cocina. La doctora Pilar Covarrubias, jefa de la Unidad de Quemados del centro asistencial, hizo un llamado a extremar las precauciones.
Cocinar con seguridad
Una de las principales recomendaciones es mantener a los niños fuera de la cocina mientras se preparan alimentos. Usar los quemadores traseros y posicionar los mangos de las ollas hacia adentro puede prevenir accidentes.
Además, es importante no dejar objetos calientes al borde de mesas o superficies bajas. “Todo lo que está al alcance de un niño se puede volcar”, explicó la doctora Covarrubias.
Cuidado con hervidores y estufas
La especialista también advierte sobre los hervidores eléctricos: deben mantenerse fuera del alcance infantil, lejos del suelo y sin cables colgando que puedan tirar. Respecto a las estufas, recomienda ubicarlas lejos del tránsito de los menores.
Otro punto importante es evitar el uso de guateros. “Son una causa común de quemaduras graves cuando se rompen o se vierten”, señaló la doctora.
Qué hacer en caso de quemadura
Si un niño sufre una quemadura, se debe actuar rápido. Lo primero es mantener la calma y aplicar agua fría sobre la herida por al menos 20 minutos. No se debe usar hielo ni remedios caseros como tomate o huevo.
Después, cubrir la zona con un paño limpio y acudir inmediatamente a un centro asistencial. “Una quemadura puede dejar secuelas físicas y emocionales para toda la vida. La prevención y la atención oportuna marcan la diferencia”, concluyó la doctora Covarrubias.