En el Mes de la Cocina Chilena, Hela Spice destaca el valor de las especias tradicionales como parte fundamental de la cocina chilena.
La cocina chilena, sus especias tradicionales, el sabor local y la identidad gastronómica son inseparables. En cada preparación —como el pastel de choclo, el pebre o la empanada— se expresa una historia que une raíces indígenas, herencia colonial y biodiversidad.
Durante abril, en el Mes de la Cocina Chilena, la empresa Hela Spice reafirma el rol de las especias como patrimonio vivo de nuestra cultura culinaria. Ingredientes como el merquén, el orégano o el ají color no solo dan sabor: conservan memoria.
Sabores que cuentan historias
Con una producción anual de 6 mil toneladas, Hela Spice elabora más de 2.000 productos al mes utilizando 900 materias primas distintas. Muchas de ellas son de origen local, lo que refuerza su compromiso con la tradición y los sabores chilenos auténticos.
“Preservar los sabores tradicionales es también conservar la memoria colectiva. Cada especia tiene un relato que nos conecta con nuestras raíces”, señalan desde la compañía.
De la tradición a la innovación
Uno de sus grandes desafíos ha sido llevar esos sabores a productos modernos sin perder autenticidad. Papas fritas con merquén, cerdo a la chilena o alitas con sabor pebre son solo algunas de las innovaciones que mantienen vivo el espíritu de la cocina nacional.
El auge global de la industria de salsas y aderezos también ha impulsado la exportación e importación de especias. En Chile, este mercado ha crecido más de un 34% en los últimos años.
Merquén, comino y más
El merquén, proveniente de la Araucanía, es uno de los condimentos más icónicos del país. Elaborado con ají cacho de cabra seco, cilantro y sal, ha trascendido desde el charquicán hasta propuestas gourmet.
A este se suman el comino, infaltable en el pino de la empanada; el ají color, que da vida a los sofritos; y hierbas como el orégano, el tomillo y el romero, fundamentales en guisos y carnes.
Ingredientes típicos, nuevas formas
El desarrollo de productos como el zapallo deshidratado en polvo permite conservar sabores esenciales en formatos prácticos para grandes cocinas o emprendimientos gastronómicos. Innovar sin perder el arraigo local es parte del sello de Hela.
Un ejemplo de esto es su pebre embotellado, con tomate, cebolla, ají verde y cilantro, pensado para realzar cualquier preparación sin perder el sabor casero original.
Cerrar el círculo: tradición y futuro
“La cocina chilena está enraizada en sabores profundamente reconocibles. Detrás de cada condimento hay historia y memoria, y eso también forma parte de nuestra identidad como país”, concluyen desde Hela Spice.
Preservar nuestras especias tradicionales no es solo una acción gastronómica, sino un acto de identidad cultural.