
Expertos de la U. de Chile explican el impacto en el sueño y entregan recomendaciones prácticas para enfrentar el cambio de hora.
A partir de este domingo, la mayoría de los chilenos vivirá el inicio del horario de verano, lo que implica adelantar los relojes una hora. La medida excluye a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, además de la Región de Aysén.
Aunque el cambio de hora se aplica hace años, sus efectos en el organismo generan debate. Según el neurólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, Gabriel Abudinén, la razón está en nuestro reloj biológico, ubicado en el núcleo supraquiasmático del cerebro. “Cuando ese reloj se desregula, aparecen problemas como insomnio, fatiga y dificultades para conciliar el sueño”, explicó.
En la misma línea, el neurólogo y académico Pablo Salinas sostuvo que la modificación horaria interrumpe la sincronización natural con la luz y la oscuridad. “La adaptación suele tomar entre tres y cuatro días, ya que nuestro cuerpo necesita acostumbrarse a esta nueva combinación de hora oficial y ciclos ambientales”, señaló.
La psicóloga Margarita Bórquez enfatizó que lo ideal sería mantener un horario sin cambios, ya que la exposición a la luz matinal favorece la sincronización del reloj interno. Sin embargo, también entregó una serie de recomendaciones para facilitar la transición y cuidar la higiene del sueño.
Recomendaciones para enfrentar el cambio de hora
Mantener horarios regulares de sueño y vigilia.
Evitar comidas abundantes antes de dormir, privilegiando cenas livianas y al menos tres horas previas al descanso.
Realizar ejercicio durante el día y optar por actividades suaves en la noche, como caminatas o estiramientos.
Reducir el consumo de cafeína, limitándola a las primeras horas del día.
Usar la cama solo para dormir, evitando trabajar o ver televisión en ella.
Evitar pantallas antes de dormir, ya que la luz azul interfiere con la producción de melatonina.
Dormir en completa oscuridad y mantener la habitación en un rango de temperatura entre 18 y 21 grados.
Con estas medidas, los especialistas recalcan que es posible enfrentar el cambio de hora con menor impacto en la salud, favoreciendo un descanso reparador y una adaptación más rápida al horario de verano.







