
Aunque no presente síntomas, el Virus del Papiloma Humano (VPH) puede estar en tu cuerpo y provocar cáncer, la prevención es clave.
Virus del Papiloma Humano (VPH), cáncer cervicouterino, pruebas preventivas y vacunación temprana son conceptos que deben ir de la mano. En Chile, cerca de 600 mujeres fallecen al año por esta enfermedad prevenible, lo que equivale a dos muertes diarias. El VPH, principal agente causante, es una infección viral de transmisión sexual que muchas veces no presenta síntomas visibles.
“Existen más de 200 tipos de VPH, de los cuales unos 40 afectan la zona genital. Algunos provocan verrugas (bajo riesgo), pero otros, como los tipos 16 y 18, están asociados a cerca del 70% de los casos de cáncer cervicouterino”, explica el académico Rodrigo Orellana, del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Universidad de Chile.
¿Te haces el PAP anualmente? Aunque tus resultados sean normales, eso no significa que el VPH no esté presente. Por eso es clave mantener los controles ginecológicos, incluso si no hay molestias. “Aunque no haya síntomas o signos, el VPH puede estar circulando silenciosamente en el cuerpo”, advierte Orellana.
Este virus también puede provocar cáncer de vagina, vulva, ano y orofaringe. A pesar de su gravedad, muchas mujeres aún no acceden a la toma del Papanicolaou o del test de VPH, por desconocimiento o temor.
Prevención: la gran herramienta
“La prevención requiere vacunarse, asistir a controles con regularidad y realizarse exámenes de pesquisa de forma recurrente”, señala Orellana. En Chile, el Programa Nacional de Inmunización incluye la vacuna contra el VPH para niñas y niños de 4° y 5° básico, de manera gratuita.
Las vacunas son profilácticas, es decir, previenen la infección generando anticuerpos. Existen versiones bivalentes, tetravalentes y nonavalentes, que protegen contra distintos tipos del virus, incluyendo los de alto riesgo oncogénico y los que causan verrugas genitales.
Esta política pública es crucial, ya que reduce la aparición de lesiones precancerosas, verrugas y, a largo plazo, disminuye significativamente la incidencia de cánceres anogenitales y cervicouterino.
El Papanicolaou (PAP) sigue siendo una herramienta fundamental, pero no suficiente como única estrategia. Su sensibilidad para detectar lesiones precancerosas es de un 50-60%, por lo que se recomienda complementarlo con el test de VPH, que tiene una sensibilidad cercana al 90%.
“El test de VPH detecta el material genético del virus antes de que aparezcan lesiones celulares. Es un examen rápido e indoloro que puede realizarse durante un control ginecológico habitual”, explica Orellana. En mujeres mayores de 30 años, su uso está recomendado cada cinco años si el resultado es normal.
¿Quiénes deben realizarse los exámenes?
En Chile, el PAP está indicado para mujeres entre los 25 y 64 años, cada tres años en el sistema público si el resultado es normal. El test de VPH, por su parte, se recomienda a partir de los 30 años, donde esté disponible.
Detectar el VPH de forma temprana puede reducir la mortalidad por cáncer cervicouterino en hasta un 50%, según datos del Ministerio de Salud.
Recomendaciones clave
Vacunación temprana a niñas y niños desde 4° básico.
Controles ginecológicos periódicos, incluso sin síntomas.
Toma de PAP cada 3 años (25-64 años).
Test de VPH cada 5 años desde los 30 años.
Uso de preservativo como medida adicional de protección.
La educación sexual, el acceso a servicios de salud y la conciencia individual son fundamentales para prevenir un cáncer que puede evitarse con las herramientas disponibles hoy.







