En la I Jornada de Sistemas de Salud en VIH, 120 especialistas advirtieron sobre brechas estructurales en diagnóstico, acceso y continuidad del tratamiento. A días del Día Mundial del Sida, alertan que el VIH salió de la agenda política y que la actualización del GES fue despriorizada, pese a que miles de personas están fuera del sistema.
A días del Día Mundial del Sida, especialistas advirtieron que Chile enfrenta una de las brechas más graves de los últimos años en continuidad del tratamiento para personas que viven con VIH. Según cifras 2023 del Ministerio de Salud, entre 20 mil y 25 mil personas diagnosticadas no están actualmente vinculadas al tratamiento antirretroviral, pese a ser gratuito en el sistema público.
El análisis fue presentado en la I Jornada de Sistemas de Salud en VIH, que reunió a 120 expertos de todo el país y evidenció fallas significativas en el acceso, diagnóstico oportuno y continuidad del tratamiento.
“El VIH salió de la agenda política y sanitaria”
“El VIH salió de la agenda política y sanitaria, y eso hoy se refleja en una brecha inaceptable para un país con cobertura gratuita. Tenemos miles de personas diagnosticadas que no están siendo acompañadas por el sistema”, señaló Fernando Bernal, químico farmacéutico y director de la jornada.
Los expertos también advirtieron que el VIH no aparece en los programas de salud de las principales candidaturas presidenciales, mientras que la actualización del GES fue despriorizada, manteniendo terapias y tecnologías que no responden al avance científico.
Diagnóstico tardío, inequidad entre sistemas y terapias desactualizadas
Uno de los datos más preocupantes es que el 39,2% de los casos notificados en 2024 fue diagnosticado en etapa Sida, lo que demuestra una falla crítica en la pesquisa temprana.
A esto se suma una desigualdad estructural entre FONASA e ISAPRE en la implementación del GES.
“Existe una discriminación directa hacia personas del sistema público. En ISAPRE se accede a tratamientos más actualizados, mientras que en FONASA aún se usan terapias sin vigencia clínica”, afirmó Pablo Herrera, inmunólogo y vicepresidente de SidaChile.
“Además, la actualización del GES no puede seguir siendo trienal; debe adaptarse al ritmo del avance científico”.
Otro punto crítico es la demora en la confirmación diagnóstica, que puede tardar hasta 45 días.
“Esa espera es inmensamente dañina. El inicio temprano del tratamiento salva vidas y corta la transmisión. La recomendación es reducir el plazo a 7 a 14 días”, explicó el infectólogo Michelle Serri, director de la jornada.
Hoja de ruta: acciones urgentes y de largo plazo
Como resultado de la jornada, los expertos elaboraron una hoja de ruta con medidas para corto, mediano y largo plazo, que será entregada a autoridades y candidatos presidenciales.
Acciones urgentes
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Asegurar disponibilidad continua de insumos diagnósticos y preventivos.
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Garantizar acceso efectivo a PrEP y PEP, que hoy no cuentan con garantía GES.
Gestión intermedia
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Modernizar el Modelo de Atención Integral, vigente desde 2005.
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Integrar servicios de salud mental, control de enfermedades crónicas, trabajo social, acompañamiento entre pares y mejor coordinación entre APS y hospitales.
Largo plazo
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Crear una gobernanza técnica y estable, con financiamiento asegurado, que no dependa del ciclo político.
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Avanzar en interoperabilidad digital y uso ético de herramientas predictivas para anticipar interrupciones en tratamiento.
Un llamado a reinstalar el VIH en la agenda pública
Los especialistas coincidieron en que el mayor riesgo es que el VIH vuelva a convertirse en una epidemia silenciosa.
“Lo más grave no es solo que 25 mil personas estén fuera de tratamiento. El problema es que como país dejamos de hablar de VIH, y ninguna epidemia se controla desde el silencio. Cuando el tema desaparece de la conversación pública, también se frena el avance en diagnóstico y tratamiento”, concluyeron.
