
En Chile, más del 27% de la población sufre de hipertensión, una condición muchas veces atribuida al estrés, la sal o los antecedentes familiares. Sin embargo, un factor poco conocido está generando preocupación: el uso prolongado y sin control de medicamentos que elevan la presión arterial.
Antiinflamatorios como el ibuprofeno, corticoides, anticonceptivos hormonales y ciertos antidepresivos pueden provocar alzas de presión arterial difíciles de controlar. Se estima que hasta un 10% de los casos de hipertensión mal controlada tienen relación directa con fármacos.
“La causa no siempre está en el corazón, sino en los medicamentos que consumimos”, explica Magdalena Galarce, médico de familia de Farmacias Ahumada. El problema puede agravarse cuando el tratamiento no considera esta causa secundaria.
También afectan los productos “naturales”
No solo los fármacos recetados generan estos efectos. Suplementos dietéticos y productos naturales también pueden alterar la presión. “Incluso lo natural debe ser evaluado por un profesional”, advierte la doctora.
Cómo actúan estos fármacos
Los mecanismos varían: pueden provocar retención de líquidos, estrechar los vasos sanguíneos o afectar la función renal. Esto, a su vez, eleva la presión arterial de forma persistente o repentina.
¿Tiene solución?
Sí. Si se detecta el medicamento responsable y se cambia por otro más seguro, la presión puede normalizarse en pocas semanas. Por eso, evitar la automedicación es fundamental, especialmente en adultos mayores o personas polimedicadas.
Recomendaciones para prevenir complicaciones
Revisar periódicamente todos los medicamentos con el médico tratante.
Medir la presión de forma regular en casa o en controles clínicos.
Mantener una dieta baja en sodio y realizar actividad física frecuente.
Consultar siempre antes de consumir suplementos naturales.
“La presión arterial no solo sube por lo que comemos o sentimos, sino también por lo que tomamos con o sin receta. Estar atentos puede marcar una gran diferencia”, concluye la doctora Galarce.