Un estudio de Corporación Ciudades revela que, pese a una recuperación del verde urbano en la última década, las comunas más vulnerables siguen siendo las más afectadas por la pérdida de vegetación.
El Gran Santiago ha logrado recuperar parte de su cobertura vegetal en los últimos diez años, alcanzando niveles similares a los de 2005. Sin embargo, las comunas más vulnerables aún muestran una fuerte disminución del verde urbano, según un estudio de Corporación Ciudades, elaborado en el marco de la iniciativa “Barrios por el Clima”.
El informe “Vegetación urbana en los últimos 25 años dentro del Gran Santiago” revela que la cobertura vegetal, clave para la regulación climática, la conservación de suelos y la biodiversidad, alcanzó su punto más alto en el año 2000 con un 44%, cayendo a solo 30% en 2015, el nivel más bajo del periodo. En la última década, sin embargo, las cifras muestran una recuperación progresiva: 35% en 2020 y 38% en 2025.
De acuerdo con Martín Andrade, director ejecutivo de Corporación Ciudades, “todas las comunas redujeron su cobertura vegetal entre 2009 y 2022, lo que refleja la vulnerabilidad del verde urbano ante fenómenos como la sequía o las olas de calor. No obstante, los esfuerzos públicos y privados por reforestar están dando frutos y debemos seguir en esa senda”.
El estudio utilizó imágenes satelitales de la NASA y la Agencia Espacial Europea para analizar la evolución vegetacional durante los veranos de los últimos 25 años. Los resultados asocian la pérdida de vegetación a tres factores principales: expansión urbana, cambio de uso de suelo y megasequía ocurrida entre 2010 y 2015.
Comunas más afectadas: desigualdad verde en la capital
Las caídas más drásticas se registran en comunas como Pudahuel, que pasó de 40% a 20% de cobertura vegetal; Quilicura, de 39% a 20%; y San Bernardo, de 50% a 32%. Estas reducciones se vinculan a la pérdida de áreas de cultivo y vegetación, reemplazadas por usos industriales y urbanos.
En contraste, comunas del sector oriente como Lo Barnechea (81%), Vitacura (77%) y Las Condes (75%), mantienen altos niveles de vegetación, pese a leves caídas en el periodo. Esto evidencia una brecha territorial en la distribución del verde urbano, donde el acceso a parques y áreas vegetadas sigue siendo desigual.
Comunas que lograron revertir la tendencia
Por otro lado, algunas comunas del sector sur y poniente han mostrado avances notables. Lo Espejo triplicó su superficie vegetal, pasando de 42 hectáreas en 2000 a 113 en 2025, gracias a la transformación de terrenos eriazos en plazas, áreas deportivas y zonas arboladas.
Pedro Aguirre Cerda también casi duplicó su vegetación, subiendo de 67 a 131 hectáreas, mientras que Lo Prado aumentó de 64 a 128 hectáreas. En todos los casos, el crecimiento se asocia a proyectos de reforestación, mejoramiento barrial y rehabilitación de espacios públicos.
Recuperar el verde urbano: un desafío compartido
El informe destaca que 18 de las 35 comunas del Gran Santiago redujeron su superficie vegetal respecto del año 2000, mientras que 17 la aumentaron, lo que demuestra avances desiguales en la recuperación ecológica.
Desde Corporación Ciudades enfatizan que la recuperación del verde urbano debe continuar siendo una prioridad estratégica, especialmente en zonas con menor cobertura vegetal, donde su ausencia agrava el efecto de las islas de calor y reduce la calidad de vida.








