
Médicos y científicos de América Latina proponen uso de pruebas rápidas para diagnóstico, tratamiento y control de infecciones respiratorias.
Un nuevo consenso de médicos y científicos de América Latina destaca el valor de las pruebas rápidas en el manejo de infecciones respiratorias agudas (IRAs), incluyendo COVID-19, influenza y virus sincicial respiratorio (VRS). Publicado este año en la revista Covid, el documento entrega lineamientos clave para reforzar la salud pública en contextos pospandémicos.
A medida que la región avanza tras la pandemia, el diagnóstico rápido y preciso se vuelve fundamental. Un panel, compuesto por expertos de Chile, México, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Perú, analizó evidencia técnica y operativa para el uso efectivo de pruebas rápidas en el punto de atención (POC, por sus siglas en inglés), con el objetivo de reducir la carga sanitaria.
Durante 2023, América representó el 42,7% de las muertes globales por COVID-19. Esta alta prevalencia expone la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de diagnóstico, especialmente en contextos de recursos limitados. Las pruebas rápidas POC permiten detectar infecciones en etapas tempranas, lo que mejora la atención clínica y facilita el seguimiento de casos.
Un diagnóstico rápido puede marcar la diferencia
Las infecciones respiratorias agudas generan altos costos y tasas de morbilidad. En 2019, solo en América del Sur, su impacto económico fue de más de 834 millones de dólares. A pesar de los avances en vacunación, las nuevas variantes virales y las secuelas como el COVID prolongado hacen que el diagnóstico temprano sea una prioridad ineludible.
El consenso identificó cuatro beneficios principales de las pruebas POC:
Diagnóstico oportuno y preciso: Ayudan a diferenciar entre COVID-19, influenza y VRS, lo que permite actuar rápidamente en poblaciones de alto riesgo.
Reducción del uso innecesario de antibióticos: Al evitar diagnósticos erróneos, disminuye la prescripción de antibióticos y el riesgo de resistencia bacteriana.
Mayor eficiencia del sistema de salud: Acortan hospitalizaciones y reducen la sobrecarga en servicios de urgencia.
Mejora en la vigilancia epidemiológica: Permiten una respuesta más ágil en zonas remotas mediante datos en tiempo real.
“Las pruebas rápidas en el punto de atención cambian las reglas del juego para el tratamiento de infecciones respiratorias en América Latina”, destacó el Dr. Oscar Guerra, Director Médico de Abbott.
Retos para implementar pruebas POC y cómo superarlos
Un consenso también identifica barreras como la infraestructura limitada, los marcos regulatorios dispares y la necesidad de educación sobre el uso adecuado de estas herramientas. Para enfrentarlas, se recomienda:
Armonizar regulaciones: Crear estándares técnicos regionales y acuerdos de reconocimiento mutuo entre países.
Invertir en innovación diagnóstica: Incorporar tecnologías capaces de responder a nuevas variantes con alta precisión.
Impulsar la educación pública y profesional: Informar a pacientes y profesionales para garantizar un uso adecuado y efectivo.
“Las pruebas en el punto de atención acercan el diagnóstico a la comunidad. Pueden ser realizadas en consultas, farmacias o incluso por cuidadores”, explicó el Dr. Alexis Kalergis, académico UC y uno de los expertos que participó en el desarrollo del consenso.
El documento concluye con un llamado a la colaboración público-privada para eliminar barreras e impulsar la adopción de las pruebas rápidas. Su uso masivo puede ser una herramienta decisiva para lograr una gestión sanitaria más equitativa, eficiente y resiliente frente a futuras crisis respiratorias en América Latina.