Preocupados de la inclusión laboral y de entregar oficios a quienes lo necesiten, son dos de los ejes que mueven el trabajo que realizan las Fundaciones Cristo Vive e Infocap, quienes, junto al Gobierno Regional Metropolitano, se encuentra desarrollando un plan para mejorar las oportunidades laborales de sus habitantes.
Así, el Programa de “Inclusión social y habilitación laboral” por medio de la formación de oficios, emprendimiento y acceso al trabajo, de Fundación Cristo Vive, avanza exitosamente con su primer curso en Técnicas de Cocina Institucional y tiene como objetivo aumentar las oportunidades de acceso a instancias de formación para el trabajo e intermediación laboral en chilenos y migrantes de la Región Metropolitana.
De esta forma, se pretende formar y capacitar integralmente para el trabajo a mil personas durante dos años, buscando así la inclusión laboral ante la alta cifra de informalidad y a la falta de niveles educativos superiores en personas de menores ingresos.
Frente a este curso, que forma parte de la oferta que tiene la Fundación, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego manifestó que “entregar herramientas a todo quien la necesite es fundamental para nosotros como Gobierno Regional, por eso realizar este trabajo mancomunado, nos llena de satisfacción ya que sabemos que, al entregar oportunidades de oficios, nuestros vecinos y vecinas podrán optar a un mejor futuro laboral y, por ende, un mejor futuro para sus familias”.
Por su parte, en Infocap, llegaron a su fin los primeros cursos del programa de formación laboral para la empleabilidad, que durante el mes de enero desarrollaron 50 personas, y que capacitó en las áreas de Gastronomía y Confección de Uniformes Escolares.
Las clases, que se extendieron por un mes, permitieron que los estudiantes aprendan técnicas avanzadas en la elaboración de productos ligados a la panadería, pastelería y repostería. Mientras que, en el ámbito de corte y confección, el aprendizaje apuntó al conocimiento de técnicas de elaboración de uniformes escolares.
Con el oficio y la experiencia obtenidos, en las más de 100 horas que duraron los cursos, se busca que cada uno de los participantes pueda adquirir un empleo o realizar un emprendimiento que les permita mejorar sus ingresos. Como anhela Blanca Ibarra, venezolana y alumna de gastronomía, quien manifestó: “desde que empecé el curso tengo más seguridad, tenía pocos conocimientos en el área y aquí aprendí técnicas y herramientas. Tengo ganas de seguir aprendiendo para emprender con mi negocio”.
Ambos programas suman una inversión total de $ 1.997.000.000, se desarrollan por dos años y buscan que 2.000 personas chilenas y extranjeras, adquieran el conocimiento de un oficio para la empleabilidad y así mejorar su calidad de vida y la de sus familias.