Entre 2013 y 2021, el padrón electoral registró un alza del 35% en las personas de 60 a 79 años, superando los 3 millones de inscritos. En el Plebiscito de Salida de 2022, el segmento 60+ aportó más de 3,2 millones de votos, transformándose en uno de los grupos más decisivos del electorado chileno.
El Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo presentó su nuevo reporte “La voz electoral de los mayores: cómo cambia la participación electoral en una sociedad que envejece”, que analiza el rol político de las personas mayores en Chile. El estudio evidencia que el envejecimiento demográfico está modificando la composición del electorado y posicionando a este grupo como un actor creciente en la democracia.
Más adultos mayores inscritos y participando
Según datos del SERVEL, entre 2013 y 2021 la transformación del padrón electoral ha sido significativa:
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El grupo de 60 a 79 años pasó de poco más de 2,3 millones a más de 3,1 millones de personas inscritas, un incremento cercano al 35%.
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Las personas de 80 años y más aumentaron de 530 mil a casi 700 mil inscritos.
Este avance también se expresa en la participación efectiva. En la primera vuelta presidencial de 2021, los votantes mayores de 60 años sumaron 1.849.866 votos, superando ampliamente a los 1.237.158 sufragios del tramo joven (18 a 29 años). Este comportamiento se relaciona con un fuerte sentido de deber cívico, que supera el 90% en este grupo etario.
El tramo 65-69 años mantiene las tasas más altas de participación
En las elecciones de 2013, 2017 y 2021, la participación aumenta progresivamente con la edad, alcanzando su máximo entre los 65 y 69 años.
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En 2013, más del 69% de este grupo votó.
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En 2017, lo hizo el 67%.
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En 2021, el 64%.
Pese a esta alta participación, los mayores también muestran altos niveles de desconfianza institucional: el 80,7% declara tener “nada” o “poca” confianza en el Congreso. Sin embargo, esto no reduce su participación política, que se sustenta más en un compromiso ciudadano que en la evaluación del sistema democrático.
Convergencia generacional y efectos de la pandemia
El reporte identifica un fenómeno relevante: la participación juvenil (18-19 años) aumentó de 29% en 2013 a 41% en 2021, mientras que el grupo 60+ experimentó una leve baja en primera vuelta, influida por la pandemia de Covid-19.
Esta convergencia se explica por el aumento del voto joven en momentos de alta movilización social, mientras la participación de los mayores se mantiene estable y alta.
Cuarta edad: participación cae a 27%
El análisis pone especial atención en el segmento 80+, que registró solo 27% de participación en la primera vuelta de 2021. La caída no responde únicamente a problemas de movilidad, sino también a barreras como falta de apoyo, menor acceso a información y disminución de la autoeficacia política.
El acompañamiento y la asistencia práctica —por parte de familias, redes cercanas o comunidades— pueden ser determinantes para que las personas mayores sufraguen.
Expertos: participación mayor exige una agenda pública acorde
“El envejecimiento de la población está transformando la agenda pública. Es clave que las voces y necesidades de las personas mayores estén representadas. Más allá de su peso electoral, el desafío es construir una mirada de propósito común y compromiso intergeneracional”, señala Valentina Jorquera, investigadora y coordinadora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo.
“La longevidad es también un fenómeno político y social. Los mayores son hoy el bloque de votantes más numeroso y constante del país. La política debe integrar sus experiencias y visiones en la agenda pública”, afirma Mauricio Fasce, gerente general de Confuturo.
Recomendaciones del reporte
Para mantener activa la fuerza electoral de las personas mayores, el análisis propone:
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Información electoral clara y accesible, mediante prensa, TV, radio y plataformas digitales adaptadas.
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Apoyo logístico en la votación, con locales cercanos y redes comunitarias que faciliten traslados y acompañamiento.
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Reforzar la confianza institucional, mediante transparencia y rendición de cuentas.
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Fomentar la autoeficacia política, con programas de educación cívica.
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Promover participación más allá del voto, como consejos vecinales o consultas ciudadanas.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro es una alianza entre la Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Su misión es visibilizar información relevante sobre las personas mayores y desarrollar estudios que aporten a la comprensión social del envejecimiento en el país.








