La iniciativa impulsada por Fundación Chile reunió a empresas, instituciones y autoridades para definir las metas del segundo ciclo del Pacto, fortaleciendo el compromiso con la economía circular y la gestión sostenible de los plásticos.
Con una activa participación de empresas, organizaciones y actores públicos, el Pacto Chileno de los Plásticos, liderado por Fundación Chile, dio inicio al proceso de construcción de su nueva hoja de ruta hacia 2030, marcando el cierre del primer ciclo de implementación (2019-2025).
El encuentro, desarrollado junto a los socios y colaboradores del Pacto, permitió analizar los avances alcanzados en los últimos seis años y definir los desafíos futuros con base en la experiencia adquirida. A diferencia de 2019, cuando se establecieron metas sobre fundamentos teóricos, hoy el trabajo se apoya en resultados concretos, indicadores y aprendizajes reales.
“Si hay algo claro, es que la ambición se mantiene y también las ganas de avanzar colectivamente. Hoy comenzamos a levantar insumos para lo que será el nuevo periodo del Pacto en cuanto a metas, y todo indica que vamos muy bien encaminados”, afirmó Alejandra Kopaitic, directora del Pacto Chileno de los Plásticos.
Por su parte, Tomás Saieg, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente y co-líder del Pacto, destacó el nuevo escenario de experiencia y conocimiento:
“Estamos en un momento en que tenemos mucho más aprendizaje que el 2019. Ya hemos visto la operación de la Ley REP y conocemos los avances de los sistemas de gestión. Eso nos permite proyectarnos hacia los próximos cinco años con metas aún más ambiciosas”, señaló.
Construcción colectiva hacia la circularidad
El taller fue facilitado por Circular HR, consultora de capital humano de Fundación Chile, que transformará los aportes recogidos en una propuesta formal de hoja de ruta al 2030.
Su director de Estrategia y Roadmapping, Gonzalo Moenne, valoró la consistencia y continuidad del trabajo:
“En los últimos años hemos desarrollado alrededor de 30 hojas de ruta, y la del Pacto Chileno de los Plásticos destaca por su claridad de objetivos y su sostenibilidad en el tiempo. Es una historia de colaboración y métricas concretas que hoy escribe su segunda parte”, destacó.
Desde las organizaciones participantes, también se subrayó el impacto y la colaboración lograda. Tamara Ortega, directora ejecutiva de Fundación Basura, destacó que “el avance ha sido sólido, sobre todo considerando que no existía un marco comparativo previo. Ahora contamos con experiencia, datos y una visión compartida para lograr nuevos hitos”.
En tanto, Gloria Garín, líder de Proyectos de Sustentabilidad en Soprole, valoró el trabajo colaborativo:
“Somos un grupo de empresas comprometidas con avanzar en sostenibilidad desde dentro y hacia afuera. Compartir la mesa nos permite entender que todos podemos aportar desde nuestro rol”.
Gustavo Compagñone, gerente de Desarrollo de Productos en Amcor, agregó:
“El trabajo público-privado del Pacto es clave para alcanzar resultados. Desde nuestra posición queremos demostrar nuestro compromiso con la sostenibilidad y el país”.
Balance del primer ciclo (2019–2025)
Entre los principales logros de la primera etapa destacan la identificación de plásticos problemáticos, el diagnóstico del mercado de resinas recicladas, la encuesta ciudadana “Reciclando-ando”, la propuesta regulatoria para plásticos en contacto con alimentos, la hoja de ruta para plásticos flexibles y la campaña nacional “Un poquito es caleta” junto al Ministerio del Medio Ambiente.
Las metas establecidas para este primer ciclo incluyen:
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Reducir los plásticos innecesarios o problemáticos.
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Lograr que el 100% de los envases sean reusables, reciclables o compostables.
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Gestionar adecuadamente un tercio de los envases plásticos.
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Incorporar al menos un 25% de material reciclado en los envases.
Con este nuevo proceso, el Pacto Chileno de los Plásticos reafirma su liderazgo regional en la transición hacia una economía circular, fortaleciendo la cooperación entre sectores para un futuro más sostenible.
