El avance de los autos eléctricos es inminente: en el año 2035 sólo se venderán este tipo de vehículos en Chile. Para entonces se espera que el parque automotriz con esta nueva tecnología llegue a un millón y más de 600.000 personas tendrán que ser capacitadas, considerando las metas establecidas por la Estrategia Nacional de Electromovilidad.
Sin duda que esta transformación, revolucionará a toda la industria automotriz y será un gran avance para el desarrollo del país, pero ¿qué pasa con el capital humano? Se estima que un taller mecánico, en promedio, cuenta con 4 o 5 técnicos especializados en vehículos a combustión y sólo uno o ningún técnico experto en vehículos híbridos y eléctricos.
La electromovilidad es una nueva tecnológica que abarca no sólo a los vehículos eléctricos, sino que también la infraestructura de carga y cargadores, eficiencia energética, conectividad, entre otros.
Sin embargo, carecemos de centros educativos que certifiquen sobre estas materias. Por eso, es clave impulsar la profesionalización y capacitar a los técnicos actuales con las nuevas tecnologías automotrices, ya que los principales fabricantes que proveen de vehículos están en el proceso de transición de la combustión a la electromovilidad.
La movilidad eléctrica, representa una gran oportunidad a futuro para América Latina debido a que generará nuevas cadenas de valor para la industria automotriz y para avanzar hacia el camino correcto, es importante generar alianzas público-privadas para que todo el ecosistema aporte hacia la electromovilidad, contando con incentivos y beneficios para la educación de los profesionales y técnicos del futuro.