El centro de idiomas Berlitz reporta un crecimiento del 50% en las matrículas de niños y jóvenes en sus programas de verano 2025, impulsado por la repetición de alumnos y el interés de las familias por la formación bilingüe desde temprana edad.
El interés por aprender inglés desde la infancia continúa en alza en Chile. Así lo confirman las cifras de Berlitz Chile, que durante 2025 registró un aumento del 50% en las matrículas de niños y jóvenes en sus programas de verano, en comparación con el mismo período de 2024.
Desde la institución explican que este crecimiento está impulsado principalmente por estudiantes que repiten la experiencia tras haber participado el verano anterior, junto con nuevos alumnos inscritos por familias que ven el aprendizaje del inglés como una inversión a largo plazo.
Inglés más allá del aula tradicional
A diferencia de los cursos convencionales, los programas de verano de Berlitz están diseñados como experiencias educativas dinámicas, donde el idioma se aprende a través de actividades lúdicas, talleres creativos y dinámicas grupales, todas desarrolladas completamente en inglés.
“No hablamos de clases tradicionales, sino de experiencias entretenidas y motivadoras, donde los niños y jóvenes usan el idioma de forma natural. El inglés se convierte en una herramienta para comunicarse, jugar y crear”, explica Ricardo Castro, Country Manager de Berlitz Chile, institución con 147 años de trayectoria y presencia global en la enseñanza de idiomas.
Los talleres están pensados para que los participantes avancen a su propio ritmo, desarrollen confianza y descubran que comunicarse en otro idioma puede ser una experiencia positiva y entretenida.
Programas adaptados al calendario familiar
Los cursos de verano se desarrollan en dos períodos, lo que permite adaptarse a las distintas planificaciones familiares:
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Del 15 de diciembre de 2025 al 13 de enero de 2026
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Del 19 de enero al 12 de febrero de 2026
Un verano productivo que deja huella
Para Ricardo Castro, el aumento de matrículas responde a varios factores. “Muchos alumnos que participaron el verano pasado decidieron volver para seguir perfeccionando su inglés. También hemos visto un creciente interés de las familias, con padres que reinscriben a sus hijos y otros que incluso matriculan a sobrinos, entendiendo que el aprendizaje temprano del idioma es una inversión a largo plazo”, señala.
Este fenómeno refleja además un cambio en la forma en que las familias conciben el tiempo libre durante las vacaciones. “El verano es un momento clave para que niños y jóvenes sigan aprendiendo y desarrollando habilidades que les servirán toda la vida. Perfeccionar el inglés en esta etapa es una alternativa productiva, entretenida y valorada por ellos mismos”, agrega.
El ejecutivo enfatiza que dominar un segundo idioma desde edades tempranas no solo tiene beneficios académicos, sino que también impacta en la confianza, autonomía y oportunidades futuras.
“Aprender inglés abre puertas, amplía la visión de mundo y entrega herramientas fundamentales en un contexto globalizado. Por eso vemos que muchos alumnos regresan año a año”, concluye.
