
El aumento de brotes de la mosca del Mediterráneo amenaza el estatus de Chile como país libre de esta plaga.
La mosca de la fruta, también conocida como mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), es considerada una de las plagas agrícolas más dañinas del mundo. En Chile, este 2025 ya se han detectado más de 40 brotes entre las regiones de Arica y Parinacota y O’Higgins, encendiendo las alarmas sobre el impacto en la agricultura y el comercio exterior.
Jaime González, docente de la Escuela de Agronomía de la Universidad Santo Tomás y ex jefe nacional del Programa Moscas de la Fruta del SAG, explicó que la detección de un brote “no implica perder automáticamente la condición de país libre de la plaga, pero sí obliga al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a aplicar medidas de control y cuarentena que encarecen los procesos productivos y de exportación”.
Impacto en la producción y las exportaciones
Los principales mercados de fruta fresca chilena exigen protocolos especiales ante la presencia de esta plaga. En la práctica, esto significa que toda fruta producida en un radio de 7,2 kilómetros desde el foco debe cumplir con un tratamiento cuarentenario para poder exportarse.
A nivel interno, las medidas también han generado pérdidas. “La fruta dentro de las áreas reglamentadas debe ser sometida a tratamiento o destruida. Este año la situación ha sido particularmente compleja en la Región de Coquimbo”, agregó González, destacando que el SAG implementó un seguro agrícola para mitigar parte del impacto económico.
Riesgo permanente para Chile
Actualmente, Chile es el único país de Sudamérica libre de la mosca del Mediterráneo, una condición estratégica para su industria agrícola y exportadora. Sin embargo, el riesgo de ingreso de fruta contaminada desde países vecinos es permanente.
“Por eso es fundamental generar conciencia en la población sobre la importancia de no ingresar productos vegetales al país y de colaborar con las acciones del SAG”, subrayó González.
La mosca de la fruta afecta a más de 200 especies frutales, incluidos cítricos, carozos, pomáceas, mangos, guayabas y pimientos. Aunque es inofensiva para las personas, su impacto económico y comercial es devastador para la agricultura.
Recomendaciones de expertos UST
Desde la Universidad Santo Tomás, los especialistas llaman a reforzar los controles fronterizos, la educación ciudadana y los mecanismos de apoyo a productores.
“El ingreso irregular de fruta por viajeros es la principal vía de entrada de esta plaga. Debemos fortalecer la fiscalización y la conciencia pública”, indicó González.
En tanto, Álvaro Reyes Duarte, director nacional de la Escuela de Agronomía UST, recalcó que “es clave ampliar las coberturas del seguro agrícola e implementar medidas complementarias como créditos blandos y programas de recuperación productiva, que permitan sostener la competitividad del sector”.
Un desafío país
Chile enfrenta hoy un desafío crucial: proteger su condición de país libre de la mosca de la fruta. Para lograrlo, se requiere una estrategia integral que combine prevención, fiscalización y apoyo productivo.
“El país tiene una oportunidad única de resguardar su agricultura y mantener su liderazgo en exportaciones. Pero esto exige la colaboración activa del Estado, los productores y la ciudadanía”, concluyó Reyes.







