En plena rendición de la PAES 2025, expertos recuerdan que un puntaje no refleja la inteligencia, el esfuerzo ni el potencial de los jóvenes. La psicóloga Jade Ortiz enfatiza que los resultados deben entenderse como un desafío personal y no como una sentencia.
Con más de 300 mil estudiantes rindiendo la PAES Regular 2025, la presión por obtener un buen puntaje, las expectativas familiares y el miedo al “fracaso” generan altos niveles de ansiedad en miles de hogares a lo largo del país. Sin embargo, detrás de cada resultado hay historias, esfuerzos invisibles y sueños que una sola prueba no puede medir.
Para la psicóloga Jade Ortiz, magíster en Psicología y académica de la Universidad Santo Tomás, es fundamental recordar que “los puntajes de la PAES no deberían transformarse en una obsesión, sino en un desafío personal”. Si bien es natural querer obtener un buen resultado, advierte que convertirlo en un determinante de valor personal puede ser riesgoso para la salud mental.
Ortiz explica que un puntaje no define quién es una persona. “No somos una nota. Somos individuos en desarrollo, con dificultades, complejidades, aciertos y habilidades. Definir la propia existencia en base al puntaje es un peligro porque golpea la identidad”, señala.
Frente a resultados que no cumplen las expectativas, la psicóloga reconoce que es normal sentir frustración, pero advierte que esta emoción no debe transformarse en una carga permanente. “Sentir decepción es comprensible, pero lo clave es no quedarse atrapado ahí. Lo central es transformar esa experiencia en motivación para alcanzar, con esfuerzo, aquello que aún se puede lograr”, afirma.
Cómo prepararse emocional y cognitivamente antes de la PAES
La académica enfatiza que no existe una fórmula universal para prepararse antes del examen: cada estudiante debe identificar qué le genera mayor tranquilidad. Para algunos, repasar contenidos los días previos es fundamental; para otros, desconectarse es la clave para llegar con la mente despejada.
“Lo importante es escucharse a uno mismo, sin caer en la culpa por creer que no se está haciendo lo suficiente”, indica Ortiz.
Entre las recomendaciones transversales, destaca la importancia del sueño. “Dormir bien es esencial para consolidar lo aprendido, regular la ansiedad y activar funciones cognitivas clave como la atención, memoria y toma de decisiones”, explica.
Plan B: una herramienta para reducir la ansiedad
La psicóloga también invita a preparar el terreno emocional con anticipación. “Preguntarse ¿qué haré si no alcanzo el puntaje que quiero? no es derrotismo, es realismo emocional”, sostiene.
Tener alternativas —otras carreras, instituciones o incluso la opción de rendir nuevamente la PAES— reduce la sensación de “todo o nada”, lo que permite vivir la prueba y sus resultados con mayor serenidad. “Cuando baja la incertidumbre, baja la ansiedad. Y eso ayuda a rendir mejor, con más claridad y menos presión”, concluye Ortiz.








