En la Semana Mundial de la Lactancia, de la Universidad de Chile destaca los múltiples beneficios físicos y emocionales de amamantar.
La lactancia materna es uno de los actos más naturales y efectivos para asegurar la salud y el desarrollo del recién nacido, fortaleciendo además el vínculo afectivo madre-hijo.
Así lo afirma Paola Gaete, matrona y académica de la Universidad de Chile, quien destaca que este proceso, aunque instintivo, requiere información, apoyo y acompañamiento especializado.
“La lactancia materna proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita durante los primeros seis meses y sigue siendo una fuente esencial de energía e inmunidad durante los dos primeros años o más”, explica la académica, citando a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los múltiples beneficios para el lactante, Gaete menciona un mejor desarrollo neurológico, menor riesgo de enfermedades respiratorias, digestivas, obesidad y alergias. En la madre, ayuda a la recuperación postparto, reduce el riesgo de hemorragias, cáncer de mama y ovario, y promueve un vínculo emocional sólido.
Respecto de la leche materna, esta también protege al bebé contra infecciones gracias a sus anticuerpos vivos, como la inmunoglobulina A, que actúa como una barrera natural frente a virus y bacterias.
Una experiencia emocional que fortalece el apego
“La lactancia no es solo alimentación: es una experiencia emocional que fomenta el contacto piel con piel, el intercambio de miradas y la liberación de oxitocina”, explica Gaete. Todo esto favorece el apego seguro, clave para el desarrollo emocional del bebé y la salud mental materna.
Mitos comunes y respuestas expertas
¿Más leche materna significa menos enfermedades?
Según la especialista, la evidencia indica que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna presentan menos infecciones y un menor riesgo de enfermedades crónicas como diabetes o asma.
¿La dieta materna influye en la calidad de la leche? Aunque la leche materna mantiene su calidad incluso ante una dieta poco equilibrada, se recomienda una alimentación variada y rica en nutrientes. En madres vegetarianas o veganas, es esencial vigilar el aporte de vitamina B12.
Además, algunos alimentos pueden modificar el sabor de la leche, lo cual favorece la transición a la alimentación complementaria.
¿Es necesario pedir ayuda profesional?
Gaete enfatiza que “aunque natural, la lactancia no siempre es fácil”. Las clínicas de lactancia y el apoyo de especialistas certificados pueden marcar la diferencia entre un proceso frustrante y una experiencia satisfactoria.
Consejos prácticos para madres lactantes
Posición y agarre adecuados: asegúrate de que el bebé tenga buen acople, con la boca bien abierta, mentón pegado al pecho y nariz libre.
Extracción de leche: útil para aliviar congestión o cuando madre y bebé están separados. Debe almacenarse correctamente en recipientes limpios y rotulados.
Destete respetuoso: debe ser gradual y consensuado. La OMS recomienda lactancia materna hasta los 2 años o más, complementada desde los 6 meses con otros alimentos. El proceso debe ser amoroso, sin culpas y, de ser posible, con acompañamiento.
En esta Semana Mundial de la Lactancia, la Universidad de Chile refuerza la importancia de valorar, proteger y acompañar esta práctica, que va mucho más allá de alimentar: es cuidar, vincular y sostener la vida.
