Pudahuel y Rancagua lideran las incautaciones tras casi un mes de operativos contra el comercio ilícito de cigarrillos, que incluyeron locales establecidos, comercio ambulante y vehículos usados para la venta ilegal.
El contrabando de cigarrillos en Chile continúa siendo un desafío para las autoridades. En respuesta, Carabineros de Chile, tras la ejecución de un plan de denuncias activas de ALTO Chile, desarrolló una serie de fiscalizaciones y operativos policiales que permitieron la incautación de 12.185 cajetillas de cigarrillos de contrabando en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de O’Higgins.
Operativos sostenidos y presencia en terreno
Entre el 18 de noviembre y el 11 de diciembre, los equipos desplegados realizaron 17 procedimientos, abordando el fenómeno desde distintos frentes: locales comerciales establecidos, comercio ambulante y vehículos utilizados como puntos móviles de venta, una modalidad que ha ido en aumento como estrategia para evadir los controles tradicionales.
Las fiscalizaciones se concentraron en las comunas de Pudahuel, Maipú, La Florida, Renca y San Bernardo en la Región Metropolitana; Rancagua en la Región de O’Higgins; y La Calera, La Cruz, Nogales y San Antonio en la Región de Valparaíso.
Entre las incautaciones de mayor impacto destacan:
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3.000 cajetillas decomisadas desde un vehículo utilizado para la venta ilegal en Pudahuel.
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2.000 cajetillas incautadas en un punto de venta y distribución en Rancagua.
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1.930 cajetillas encontradas en un local comercial establecido en San Bernardo.
Un fenómeno extendido y multicanal
El despliegue sostenido confirma que el comercio ilícito de cigarrillos no responde a hechos aislados, sino que opera de manera estructurada, en distintas zonas del país y a través de diversos canales de venta. Estudios recientes sobre consumo y comercio ilícito evidencian que una parte relevante de estas ventas se realiza aún en establecimientos formales, generando competencia desleal, afectando la recaudación fiscal y aumentando los riesgos para la seguridad barrial.
Para Eduardo Hernández, Gerente Legal & Compliance de ALTO Chile, la clave está en la constancia y coordinación: “El balance de casi un mes de fiscalizaciones habla por sí mismo: el despliegue policial en terreno logra resultados concretos. La fiscalización permanente, acompañada por un plan de denuncia activa, impacta directamente a los mercados ilícitos, reduciendo su visibilidad, su alcance y su capacidad de seguir operando”.
Sanciones y efecto disuasivo
Hernández agregó que quienes participan en la venta de cigarrillos de contrabando se exponen a sanciones penales relevantes, entre ellas:
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Multas que, por infracciones marcarias, pueden superar los 70 millones de pesos.
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Penas privativas de libertad de hasta tres años de presidio por delitos aduaneros.
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En casos de reincidencia, la normativa vigente permite además la clausura del establecimiento, reforzando el carácter disuasivo de estos operativos.
Recuperar los barrios y proteger el comercio formal
Más allá de las cifras, estos procedimientos buscan recuperar espacios para el comercio formal y reforzar la sensación de control y seguridad en sectores donde la venta ilegal se ha normalizado. La combinación de presencia policial, análisis territorial y coordinación público-privada permite intervenir el contrabando allí donde se instala: en la esquina, el barrio y la calle.
“Vamos a seguir colaborando de forma activa con Carabineros, reforzando nuestro rol como denunciante activo para facilitar fiscalizaciones y operativos permanentes en distintas zonas del país. Este es el camino para generar un impacto concreto, proteger al comercio formal y devolver seguridad a los barrios”, concluyó Hernández.








