En la Ley de grabado de patente, la falta de criterios técnicos claros, métodos no regulados y fiscalizaciones desiguales afectan a quienes cumplen la normativa.
Aunque el pasado 15 de mayo venció el plazo para cumplir con la ley de grabado de patente en vidrios y espejos de vehículos, expertos advierten que los vacíos normativos están generando problemas para los conductores, especialmente por la ambigüedad en los métodos permitidos, la falta de criterios técnicos y la interpretación subjetiva del concepto de legibilidad.
Según Manuel Aspe, CEO & Founder de Gravat, existen tres principales deficiencias en la normativa: la durabilidad del grabado por puntos, la ausencia de especificaciones técnicas y la ambigüedad del término “legible”. En un estudio realizado por Gravat sobre más de 1.500 casos, se detectó que el 74% de los grabados por puntos presentaban un deterioro considerable después de seis meses, exponiendo a los conductores a posibles multas, a pesar de haber cumplido con la exigencia legal.
“El reglamento no establece métodos permitidos, lo que ha favorecido el uso de técnicas deficientes como el grabado por puntos. Este tipo de marcado se desgasta con el tiempo, y un grabado hecho en enero puede ser ilegible en diciembre, dejando al conductor en una situación injusta”, explicó Aspe.
Otro aspecto crítico es que la normativa exige que el grabado sea “legible y permanente”, sin definir parámetros medibles. Esto genera una aplicación inconsistente, donde un mismo grabado puede ser aceptado por un fiscalizador y rechazado por otro, afectando la seguridad jurídica de los automovilistas.
Además, métodos como el grabado con Dremel o cuarzo, si bien son más profundos, pueden dañar irreversiblemente los vidrios y generar altos costos de reparación. Esta falta de distinción técnica en el reglamento genera incertidumbre tanto para los conductores como para los fiscalizadores.
Un caso frecuente es la aplicación errónea del artículo 6, que establece que taxis y camiones —que ya llevan la patente pintada en sus puertas— solo deben grabar el parabrisas y los espejos laterales. Sin embargo, algunos controles exigen el grabado completo, contraviniendo lo que establece la ley.
Propuesta técnica para mejorar la ley
Ante estos vacíos, el CEO de Gravat propone una serie de criterios técnicos para fortalecer la ley:
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Definir objetivamente el concepto “permanente”, garantizando que el grabado se mantenga legible por al menos cinco años en condiciones normales de uso.
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Establecer criterios medibles de legibilidad, como contraste, profundidad mínima y resistencia al desgaste.
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Implementar protocolos estandarizados de evaluación, con herramientas y criterios uniformes para todas las plantas de revisión técnica.
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Especificar métodos de grabado permitidos, diferenciando entre técnicas adecuadas e inadecuadas.
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Capacitar a los fiscalizadores de forma unificada, para asegurar una correcta y coherente aplicación de la norma a nivel nacional.
Recomendaciones para un grabado correcto
Para evitar rechazos en plantas de revisión técnica, Aspe entrega cuatro recomendaciones clave:
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Preferir el grabado continuo en lugar del grabado por puntos, ya que ofrece mayor durabilidad y legibilidad uniforme.
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Evitar técnicas invasivas como Dremel o cuarzo, que pueden dañar el vidrio y no garantizan cumplimiento normativo.
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Aplicar correctamente la ley según el tipo de vehículo, recordando que taxis y camiones tienen excepciones en el grabado.
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Elegir proveedores certificados y con respaldo técnico, que garanticen calidad, cumplimiento normativo y durabilidad del grabado.
Aspe finaliza señalando que, mientras no se establezcan criterios claros y técnicos en la normativa, los conductores seguirán expuestos a injusticias y errores de fiscalización, pese a haber cumplido con la obligación legal del grabado de patente.