Con una inversión de $11 millones, el Gobierno de Santiago recuperó tres emblemáticos inmuebles patrimoniales de la Región Metropolitana, reforzando el cuidado del patrimonio urbano y la identidad cultural de la capital.
El Gobierno de Santiago, liderado por el gobernador Claudio Orrego, concretó la restauración de las fachadas del Teatro Cariola, la Basílica de los Sacramentos y la Ex Casa de la Cultura de La Cisterna, tres inmuebles icónicos de la Región Metropolitana que forman parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
La iniciativa contempló una inversión de $11 millones, destinada a la limpieza, mantención y recuperación de fachadas, eliminando rayados, grafitis, afiches y stickers, con el objetivo de poner en valor espacios emblemáticos y fortalecer el sentido de pertenencia ciudadana.
“Recuperar un monumento no es solo intervenir un espacio físico, es recuperar la memoria. Estas acciones permiten que vecinos y turistas vuelvan a encontrarse con una ciudad más linda y digna”, señaló el gobernador Claudio Orrego, quien agregó que “cuando protegemos nuestro patrimonio, damos una señal clara de que Santiago nos importa”.
El Teatro Cariola fue intervenido en octubre de 2025, con una recuperación total de su fachada, que abarcó 400 metros cuadrados, devolviendo visibilidad y limpieza a uno de los recintos culturales más tradicionales de Santiago Centro.
En el caso de la Basílica de los Sacramentos, los trabajos incluyeron la limpieza de las fachadas ubicadas en Avenida Santa Isabel y Arturo Prat, mejorando significativamente su entorno urbano y su imagen patrimonial.
Finalmente, la Ex Casa de la Cultura de La Cisterna fue sometida a un proceso de retiro manual de adhesivos y elementos sueltos, limpieza en seco de ornamentos y pintura con esmalte al agua, respetando el color original del inmueble.
Desde el Gobierno de Santiago recalcaron que estas acciones forman parte de una estrategia sostenida de recuperación del patrimonio urbano, que busca que los santiaguinos vuelvan a valorar, conocer y cuidar su ciudad. “Lo que no se conoce no se ama, y lo que no se ama, no se cuida”, concluyó el gobernador Orrego.
