
Una empresa chilena ha desarrollado un generador híbrido que promete revolucionar el uso de diésel en sectores productivos, al tiempo que disminuye los costos operacionales y la huella de carbono. La innovación es liderada por Be-Energy y fue diseñada especialmente para faenas mineras de alta demanda energética.
Actualmente, muchas operaciones en el norte de Chile dependen de generadores diésel que funcionan de forma continua, consumiendo grandes volúmenes de combustible y generando emisiones innecesarias.
Energía más limpia y eficiente
La solución creada por Be-Energy combina un generador diésel con un banco de baterías e inversores. Esto permite que el generador solo funcione en momentos clave, como durante la carga de baterías, mientras que el suministro eléctrico diario lo gestionan las baterías según la demanda real.
“Los generadores convencionales operan igual, haya consumo o no. Nuestro sistema evita ese desperdicio”, explicó Gonzalo Vidiella, CEO de Be-Energy.
De este modo, se logra una operación más eficiente, estable y sustentable, adaptada a las necesidades reales de cada faena.
Menos emisiones, más control
Una de las grandes ventajas del sistema es su capacidad de reducir significativamente las emisiones contaminantes. Al disminuir las horas de operación del generador, se reduce el consumo de diésel y, por tanto, las emisiones de CO₂.
Además, el sistema incluye una aplicación que automatiza el monitoreo y funcionamiento. Cuando la batería baja al 25%, el generador se activa automáticamente, recargándola al 100% sin necesidad de intervención humana.
Tecnología adaptable a múltiples sectores
A diferencia de otras soluciones, este sistema no depende de paneles solares. Esto lo hace ideal para entornos complejos como la minería subterránea, la construcción, la agricultura o las salmoneras.
Su funcionamiento silencioso —0 decibeles durante la operación de las baterías— permite además un entorno de trabajo más amigable.
“Nuestro compromiso es aportar soluciones que hagan la minería y otras industrias más limpias y eficientes”, concluye Vidiella.