El informe de la consultora Almabrands revela una fuerte baja en la confianza hacia empresas de electricidad, agua y gas, mientras que los conglomerados corporativos mejoran su percepción pública gracias a su propósito, sostenibilidad e innovación.
Una importante caída en la confianza hacia los servicios básicos marcó la edición 2025 del Estudio ICREO de la consultora Almabrands, que analiza la percepción de los chilenos respecto a más de 300 marcas e instituciones. Aunque la investigación no alcanzó a medir los recientes errores de cálculo en las cuentas de la luz, la categoría que agrupa a electricidad, agua y gas experimentó la baja más significativa del año, con 23 puntos netos menos en confianza comparado con 2024.
“La confianza nace y muere en la experiencia cotidiana de las personas. En este último año, los usuarios se han sentido más perjudicados que beneficiados por los servicios básicos”, explicó Pamela Ordóñez, socia y líder de la práctica de confianza en Almabrands.
El estudio evidencia que esta pérdida de impulso no es aislada, sino parte de un contexto de alta inestabilidad económica y política. En promedio, la confianza general en Chile se mantiene estancada entre las notas 4,2 y 4,3 (en escala de 1 a 7) desde 2022, tras años de crecimiento sostenido. “Estamos muy lejos de un desempeño de excelencia. La confianza cae, afectada por el alto costo de la vida, la incertidumbre y la polarización política”, agregó Ordóñez.
El levantamiento, realizado entre el 25 de agosto y el 2 de septiembre de 2025, encuestó a más de 2.800 personas de entre 18 y 70 años en todo el país, evaluando 316 marcas en 40 categorías, entre empresas, instituciones públicas, medios, fundaciones y Fuerzas Armadas.
Según la homologación del indicador con el Trust Barometer de Edelman, Chile se ubica con un promedio de 48% de confianza, junto a países como Argentina, Francia e Irlanda, ligeramente por sobre Estados Unidos, pero lejos de las cifras de China, India y el Sudeste Asiático.
Empresas y grupos corporativos al alza
En contraste con la caída en servicios básicos, el estudio destaca un aumento de 15 puntos netos en la confianza hacia grandes grupos empresariales. “Hoy las marcas corporativas han reforzado su vínculo con las personas al mostrarse más visibles, con un propósito claro, conectadas con sus comunidades y comprometidas con la sostenibilidad”, señalan desde Almabrands.
La especialista agrega que la comunicación transparente y coherente ha sido clave en este repunte: “La integridad y honestidad en los mensajes fortalecen la percepción de las marcas y su capacidad de generar confianza”.
Fundaciones y mundo político, en caída
El estudio también muestra una baja en la confianza hacia fundaciones e instituciones sin fines de lucro, aunque siguen siendo las mejor evaluadas. En este grupo, junto a sectores de tecnología, mejoramiento del hogar y deporte, las notas alcanzan el rango de 5 o más, superando al promedio general.
Por el contrario, Isapres (3,3), AFPs (3,2), figuras políticas (2,9) y poderes del Estado (2,5) registran los niveles más bajos de confianza.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, ninguno de los tres principales candidatos —Jara, Kast y Matthei— supera la nota 3,2 en confianza, similar entre ellos. Solo Michelle Bachelet logra una evaluación levemente superior (3,5), mientras que el presidente Gabriel Boric alcanza 3,1.
La confianza como base del desarrollo
“La confianza no es un indicador más: es la base sobre la que se construye el crecimiento de un país”, concluye el informe de Almabrands. “Cuando las personas confían en sus instituciones, empresas y líderes, se movilizan los proyectos, se fortalece el tejido social y se impulsa el desarrollo sostenible. Chile necesita volver a creer, porque sin confianza no hay progreso posible”.
