La canción une a El Macha y Santaferia en un proyecto colaborativo que cruza generaciones, fiesta y cultura popular chilena
El Macha y Santaferia se unen en “Quiero morirme de viejo” (QMDV), una potente colaboración musical que celebra la vida, la fiesta y el arte callejero, y que reafirma el espíritu colectivo y popular que ambos proyectos representan dentro de la música chilena.
La canción es el primer single de un EP colaborativo, grabado durante este año en un proceso orgánico, intuitivo y sin artificios en los estudios de El Macha. El lanzamiento del trabajo completo está programado para febrero, consolidando un encuentro creativo donde la amistad, la intuición y la celebración son el eje central.
Un videoclip que pone en el centro al arte callejero
El estreno viene acompañado de un videoclip dirigido por Pepe Garrido, destacado realizador chileno, que propone una mirada sensible y crítica sobre el oficio artístico. El relato se centra en un mimo callejero que, desde su escenario urbano, enfrenta la indiferencia del público mientras intenta compartir su arte, exponiendo la fragilidad y resistencia del trabajo creativo en el espacio público.
La historia del video dialoga directamente con el espíritu de la canción, construyendo una metáfora potente sobre no dejar morir el arte callejero, incluso cuando el mundo parece darle la espalda.
Fiesta, memoria y resistencia cultural
En una especie de funeral simbólico, El Macha y Santaferia —verdaderos portadores del mambo, la fiesta y la cultura popular— interpretan el tema como quienes despiden, pero también resisten, celebran y mantienen viva la llama del arte colectivo.
Este lanzamiento marca además un cierre de ciclo para Santaferia, que confirma su tradicional show de fin de año en la Quinta Vergara, un ritual que la banda realiza año a año para despedir diciembre junto a su público, reafirmando el vínculo con la música en vivo como espacio de encuentro y memoria colectiva.
Disponible en plataformas digitales
“Quiero morirme de viejo” ya se encuentra disponible en plataformas digitales y marca el inicio de un proyecto colaborativo que apuesta por la emoción, la calle y la celebración como un verdadero acto de resistencia cultural.








