Diabetes y piel: la complicación silenciosa que puede prevenirse con cuidados simples

Diabetes y piel: la complicación silenciosa que puede prevenirse con cuidados simplesEn Chile, casi dos millones de personas viven con diabetes. Expertos advierten que los problemas en la piel son una de las complicaciones más frecuentes y graves de esta enfermedad, pero también una de las más fáciles de prevenir con buenos hábitos y el tratamiento adecuado.

En Chile, la diabetes afecta a más del 10% de la población adulta y su prevalencia continúa en aumento. Aunque el tratamiento suele enfocarse en la alimentación, actividad física, control de glicemia y medicamentos, existe un aspecto que muchas veces se pasa por alto: el cuidado de la piel.

“La piel es el órgano más grande del cuerpo, pero muchas veces no la cuidamos hasta que aparece una herida”, explica Lilian Araya R., enfermera especialista en manejo avanzado de heridas de Solventum. “En personas diabéticas, mantener la piel sana es fundamental para evitar o disminuir el riesgo de complicaciones que pueden afectar su condición general y su calidad de vida”, agrega.

Las personas con diabetes mal controlada tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones como retinopatía, nefropatía o neuropatía diabética, y una de las consecuencias más graves puede ser la amputación. Sin embargo, pocas veces se considera que la piel también se ve afectada por esta condición.

“La piel cumple una función de defensa esencial, pero cuando el control de la diabetes es inadecuado, pierde su capacidad de formar una barrera protectora. Es común que aparezca resequedad extrema o xerosis, una piel con descamación, tirantez y picazón”, explica Araya.
Esta sequedad suele deberse a niveles altos de azúcar en sangre (hiperglicemia) y mala circulación, factores frecuentes en personas con diabetes.

Esta situación favorece la aparición de grietas, heridas o úlceras, especialmente en pies y piernas, aumentando el riesgo de infecciones bacterianas o lesiones por presión en pacientes hospitalizados o con movilidad reducida. “Cuando estas lesiones se desarrollan, pueden comprometer la salud general del paciente y prolongar su tratamiento médico”, advierte la especialista.

El exceso de humedad también representa un problema, ya que aumenta el riesgo de infecciones fúngicas (por hongos), sobre todo en pliegues húmedos y cálidos, más frecuentes cuando los niveles de azúcar están elevados.

Cómo prevenir lesiones y mantener la piel sana

El cuidado diario de la piel debe ser un hábito tanto en personas con diabetes como en quienes no la padecen. Las zonas más vulnerables a lesiones o infecciones son los pies, glúteos, pliegues, espalda y áreas que tienen contacto frecuente con superficies o dispositivos médicos.
Los especialistas recomiendan:

  • Mantener la piel hidratada, limpia y seca, con productos sin alcohol que refuercen la barrera cutánea.

  • Usar jabones neutros o con pH ácido.

  • Bañarse con agua tibia o fría, según tolerancia.

  • Revisar la piel diariamente, especialmente pies, pliegues y zonas de apoyo.

  • En personas con poca movilidad, cambiar de posición cada dos o tres horas.

  • Mantener una alimentación balanceada y buena nutrición.

  • Consultar a un profesional de salud ante cualquier signo de irritación, enrojecimiento o herida.

Innovaciones clínicas que ayudan a proteger la piel

Además de los cuidados básicos, existen soluciones clínicas diseñadas para mantener la integridad cutánea en personas con riesgo aumentado, como quienes viven con diabetes.
Entre ellas destacan los productos 3M Cavilon™, que ofrecen protección sin ardor frente a la humedad, adhesivos y fricción. “El protector cutáneo forma una barrera que aísla la piel sin interferir con su respiración natural, mientras que la crema hidratante-emoliente ayuda a recuperar los lípidos intercelulares y resiste varios lavados”, detalla Araya.

Estas tecnologías se integran en protocolos hospitalarios y domiciliarios para el cuidado de pacientes con alto riesgo de lesiones cutáneas, complementando las medidas básicas de prevención.

Cuidado integral: más allá del control de glicemia

“El cuidado que debe tener una persona diabética va mucho más allá de medir su glicemia o tomar medicamentos. Implica mantener controles al día con su médico o enfermera, seguir las indicaciones y cuidar su piel todos los días”, enfatiza Araya.
No se trata solo de estética: el cuidado de la piel es parte esencial del manejo integral de la diabetes y una herramienta clave para prevenir complicaciones mayores”.

Isabel Chandía

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