El diagnóstico temprano de la diabetes es esencial para evitar daños irreversibles en órganos y sistemas del cuerpo. Esta enfermedad crónica ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no la utiliza de manera eficiente, generando altos niveles de glucosa en sangre que pueden tener consecuencias graves si no se controlan a tiempo.
De acuerdo con Irving Doll, académico de la carrera de Tecnología Médica de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, existen pruebas fundamentales que permiten detectar y monitorear esta condición desde sus primeras etapas.
“El laboratorio clínico apoya el diagnóstico de la diabetes mediante la medición de glucosa en sangre en ayuno o, en algunos casos, con un test de tolerancia oral a la glucosa en personas con sospecha de la enfermedad”, explica el tecnólogo médico.
Exámenes clave para detectar la diabetes
Además de la glicemia en ayuno, Doll señala que estos análisis pueden complementarse con medición de insulina en ayuno, albúmina en orina y autoanticuerpos específicos, especialmente en personas con riesgo de diabetes tipo 1.
Para pacientes diagnosticados, los controles incluyen exámenes como hemoglobina glicada (HbA1c), creatinina y microalbuminuria, los cuales permiten evaluar la efectividad del tratamiento y prevenir complicaciones renales, entre otras.
Condiciones para obtener resultados confiables
El experto advierte que, para que los resultados sean válidos, el paciente debe presentarse en ayuno de al menos 8 horas, idealmente en la mañana.
“Uno de los errores más comunes al medir la glicemia es no respetar el ayuno, o bien que el paciente esté bajo tratamientos que alteran los valores, como los corticoides”, señala Doll.
También aclara que la HbA1c puede verse afectada por el consumo excesivo de alcohol, aspirinas, vitamina C o por trastornos genéticos como las hemoglobinopatías.
La prevención es posible: hábitos saludables hacen la diferencia
Finalmente, el académico destaca que el estilo de vida tiene un papel crucial, sobre todo en la diabetes tipo 2, la forma más común y prevenible de la enfermedad.
“Existe una condición previa llamada prediabetes, y en este caso es posible volver a la normalidad si la persona adopta hábitos saludables, baja de peso y realiza actividad física de manera regular”, enfatiza Doll.
Detectar a tiempo, hacerse los exámenes adecuados y mantener una vida activa y balanceada puede marcar la diferencia entre controlar la diabetes o enfrentar graves consecuencias de salud a largo plazo.
