Estudio ICREO 2025 revela que la confianza en la inteligencia artificial en Chile sigue siendo baja, especialmente por dudas sobre la veracidad de la información, riesgos de estafas y malos usos, aunque los jóvenes muestran una actitud levemente más favorable.
La confianza de los chilenos en la inteligencia artificial (IA) se mantiene en niveles bajos. Así lo revela el Estudio ICREO 2025, elaborado por la consultora Almabrands, que muestra que solo un 15% de las personas confía en la IA, mientras que un 67% declara desconfianza frente a esta tecnología.
El estudio se realizó durante el segundo semestre de 2025, mediante una encuesta online a más de 2.800 personas, entre 18 y 70 años, de todas las regiones del país.
Las principales causas de desconfianza
Entre los factores que generan mayor rechazo, destacan con fuerza las dudas sobre la información que entregan los sistemas de IA (31%), seguidas por el riesgo de malos usos y estafas (26%). A ello se suman la falta de conocimiento sobre cómo funcionan estas herramientas y la percepción de una creciente deshumanización asociada a su uso.
“Son varias las barreras que se deben romper para un mayor acceso y uso de la inteligencia artificial. Se requiere avanzar con fuerza en capacitación, comprensión del alcance real de la IA y en estándares de seguridad”, explica Pamela Órdenes, socia y líder de la práctica de confianza en Almabrands.
Beneficios reconocidos, pero aún insuficientes
Pese a la desconfianza generalizada, el estudio también identifica algunos atributos positivos asociados a la IA. Un 21% la considera una herramienta útil, un 17% valora que entregue información rápida y accesible, mientras que un 15% destaca que facilita la vida y el trabajo, y otro 15% señala que ayuda en tareas específicas.
Estos beneficios, sin embargo, no logran compensar las aprensiones existentes, especialmente en torno a la fiabilidad de los contenidos y la seguridad.
Jóvenes: los más abiertos a la IA
Aunque la desconfianza atraviesa todos los segmentos, los jóvenes entre 18 y 35 años muestran una actitud ligeramente más confiada, siendo el único grupo que aprueba a la IA, con una nota promedio de 4,1.
Por género, los hombres confían más que las mujeres en esta tecnología (nota 3,8 versus 3,4). En tanto, por nivel socioeconómico, la confianza es mayor en los grupos de mayores ingresos, mientras que el segmento socioeconómico D le asigna una nota promedio de 3,5.
Un desafío pendiente
Los resultados del ICREO 2025 evidencian que el principal desafío para la adopción de la inteligencia artificial en Chile no es solo tecnológico, sino también cultural y educativo. Fortalecer la alfabetización digital, mejorar la transparencia en el uso de la IA y avanzar en regulaciones claras aparecen como claves para revertir la desconfianza y promover un uso más informado y seguro de esta herramienta.








