Las restricciones que impuso el coronavirus impulsó la llegada de muchas empresas a las oficinas virtuales, que experimentaron un crecimiento de hasta un 30% y como el teletrabajo se quedó este formato continúa en ascenso.
La vacancia de arriendo en los grandes edificios de oficinas es evidente. Según Colliers, la tasa ha llegado al 30% en el sector Estoril-La Dehesa, por ejemplo. Al cambiar el formato de trabajo, debido a las restricciones sanitarias que se impusieron en Chile, muchas empresas optaron por trasladarse a oficinas virtuales. Igualmente, quienes dejaron su trabajo tradicional para crear su propio negocio también eligieron este formato.
De esta manera, se hicieron visibles estos centros de negocios que, finalmente, abrieron nuevas líneas de negocio para ofrecer un servicio integral a los emprendedores. De hecho, en OfiRent, el crecimiento fue de 30% en 2021 en comparación con el año anterior. Y es que para facilitar el negocio de las empresas que requerían el servicio de oficina virtual, también están entregando orientación respecto a la patente comercial, las obligaciones tributarias y contables, entre otros aspectos.
“La pandemia no frenó nuestro crecimiento. Por el contrario, se crearon nuevas empresas y otras que tenían gastos altos de arriendo se trasladaron a OfiRent, donde también hemos visto un incremento en la contratación de planes tributarios”, explica Guillermo Blanco, socio fundador de OfiRent.
Actualmente, en las oficinas de Apoquindo -que la empresa mantiene en Las Condes- trabajan personas del mundo de la salud, estudios jurídicos, consultoría, entre otras áreas que encontraron en este formato dos grandes ventajas: comodidad y ahorro de costos.
“Acá las empresas cuentan con recepcionista, café, impresión de papel, internet, telefonía, recepción de correspondencia, salas de reunión, salas de capacitación, arriendo de oficina por horas y muchos otros servicios que son indispensables para el negocio, pero, a un menor costo. Además, potenciamos la imagen corporativa de nuestros clientes, ya que no exhibimos nuestra marca en las instalaciones”, añade Marcela Reynoso, socia fundadora de Ofirent.
La flexibilidad de este negocio -que comenzó como oficina virtual- permite hoy que empresas de diversos rubros puedan atender pacientes, organizar trabajo de bodegaje, diseñar proyectos y, lo mejor de todo, crecer a su propio ritmo sin tener que incurrir en grandes gastos para contar con lo que un negocio necesita para funcionar.