El abogado tributarista Claudio Bustos explica por qué una valoración errónea puede derivar en sanciones, tasaciones del Servicio de Impuestos Internos y pérdidas económicas. Pymes que buscan vender, incorporar socios o reorganizar su propiedad deben justificar el valor de mercado con criterios objetivos.
En un escenario donde cada vez más pymes están buscando financiamiento, nuevos socios o reestructuraciones internas, una pregunta se vuelve decisiva: ¿cuál es el valor real de la empresa? La respuesta no solo influye en la negociación, sino también en cómo el Servicio de Impuestos Internos (SII) evaluará la operación.
“Asignar un valor inadecuado puede transformarse en un problema serio. No se trata solo de cuánto cree el dueño que vale su negocio, sino de si ese valor es razonable frente al mercado”, advierte Claudio Bustos, abogado tributarista y socio fundador de Bustos Tax & Legal.
El riesgo de una valorización incorrecta
El valor asignado en la venta de acciones o derechos sociales define directamente la carga tributaria. Si la ganancia de capital es alta, se pagan más impuestos; si es baja, el monto disminuye. Pero cuando el precio se aleja del valor real de mercado, el SII puede intervenir.
“El SII tiene la facultad de tasar estas operaciones si considera que el monto se aleja notoriamente del valor de mercado asignable a la empresa”, señala Bustos. Esto es común en ventas dentro de un mismo grupo empresarial, donde las transferencias suelen ser movimientos internos de patrimonio que requieren precios justificados con parámetros objetivos.
Cómo determinar un valor razonable
En sociedades abiertas, la valoración es simple: se calcula con el promedio de cotización de los últimos seis meses. Sin embargo, la mayoría de las pymes son sociedades cerradas, donde el valor libro del balance no siempre refleja el valor comercial.
“Un balance muestra el valor contable, no el valor de mercado. Empresas con inmuebles, marcas o participación en otras sociedades suelen tener activos cuyo valor comercial es mucho mayor que su valor histórico”, precisa el abogado.
Ejemplo común: un inmueble registrado por $10 millones puede valer hoy $50 millones o más debido a la plusvalía acumulada. Por eso, los expertos recomiendan aplicar métodos como el Valor Patrimonial Proporcional (VPP) y actualizar el valor de activos con potencial de reevaluación.
Implicancias tributarias clave para pymes
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La venta de acciones o derechos sociales genera ganancia de capital afecta al régimen general.
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Las empresas pagan Impuesto de Primera Categoría (12,5% para pymes hasta 2027 / 27% régimen general).
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Las personas naturales tributan según su Global Complementario.
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No residentes pagan Impuesto Adicional del 35%, salvo tratados.
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Las acciones con presencia bursátil pueden aplicar un impuesto único del 10%.
“Cada operación tiene efectos distintos. La planificación tributaria es esencial antes de vender o reorganizar una empresa. Vender a menor valor puede parecer ventajoso, pero hacerlo sin sustento puede derivar en un ajuste o multa”, subraya Bustos.
Reorganizaciones: un punto crítico
En procesos de reorganización empresarial, las ventas dentro de un mismo grupo exigen aún más rigor. “Estas operaciones deben valorizarse conforme al mercado para evitar observaciones o tasaciones del SII”, afirma el abogado.
Un llamado a la asesoría especializada
Finalmente, Bustos destaca que no existen recetas universales: “El análisis tributario debe hacerse caso a caso. Una correcta valorización protege al empresario, asegura la transparencia del proceso y evita contingencias futuras con el SII”.
