La académica y matrona de la Universidad Andrés Bello, María Mondaca, enfatiza la importancia de abordar el climaterio desde una mirada integral que considere la salud física, emocional y sexual, junto con el acompañamiento de la pareja y la familia.
Entre los 45 y 55 años, miles de mujeres en Chile comienzan a transitar por el climaterio, una etapa natural que marca el fin de la vida fértil y que suele confundirse con la menopausia, entendida como la última menstruación. Sin embargo, este proceso va mucho más allá: implica una serie de cambios hormonales que afectan el metabolismo, la salud física, emocional y sexual.
En Chile, el Ministerio de Salud ha establecido que este período debe abordarse desde una perspectiva integral, promoviendo hábitos saludables y el acompañamiento cercano de la pareja y la familia.
“La menopausia no es una enfermedad, sino una etapa más del ciclo vital. Sin embargo, muchas veces se vive con temor o desinformación. Por eso es fundamental que la pareja esté presente, que escuche y valide lo que la mujer siente”, explica María Mondaca, académica de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar.
Cambios físicos y emocionales que requieren acompañamiento
Durante el climaterio, la disminución de los estrógenos provoca efectos directos en el cuerpo. Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS), el 44,8% de las mujeres entre 45 y 64 años presenta obesidad, el 19,3% tiene diabetes, y muchas enfrentan hipertensión, dislipidemias y osteoporosis.
“Los estrógenos cumplen funciones clave en el metabolismo y la salud ósea. Su baja puede causar aumento de peso, pérdida de masa muscular y mayor riesgo de fracturas. Por eso, la orientación profesional y el apoyo de la pareja son esenciales”, enfatiza Mondaca.
Pero los cambios no son solo físicos. El 30% de las mujeres en este rango etario reporta síntomas depresivos, como tristeza, irritabilidad, insomnio o sensación de pérdida.
“El impacto emocional del climaterio es profundo. Aquí, el rol de la pareja es clave: no se trata de dar soluciones, sino de acompañar y escuchar sin juzgar”, agrega la especialista.
Sexualidad en el climaterio: una nueva forma de conexión
Uno de los aspectos más invisibilizados es la sexualidad. La sequedad vaginal, la disminución del deseo y los cambios en la imagen corporal pueden afectar la vida íntima, pero Mondaca asegura que “la sexualidad no termina con la menopausia, puede transformarse en una experiencia más libre y conectada con el placer”.
Recomienda que las parejas exploren nuevas formas de intimidad, como el uso de lubricantes, juguetes sexuales o lencería, siempre desde la confianza y el diálogo abierto.
“Muchos hombres también enfrentan la andropausia. Este puede ser un momento de encuentro y comprensión mutua”, destaca.
Un acompañamiento integral desde la matronería
Las matronas y matrones cumplen un rol clave en el acompañamiento durante el climaterio, ofreciendo orientación, educación y contención emocional.
“El climaterio no se trata solo de hormonas. Es una etapa que requiere una mirada biopsicosocial. Buscamos que las mujeres se sientan acompañadas, informadas y empoderadas, junto a sus parejas”, explica Mondaca.
El Ministerio de Salud promueve un modelo integral y comunitario para abordar esta etapa, centrado en el control de enfermedades crónicas, la promoción de hábitos saludables y el fortalecimiento de redes de apoyo.
“El desafío es colectivo. Mujer, pareja y equipo de salud deben trabajar juntos para vivir esta etapa con dignidad, salud y bienestar. El climaterio no es el fin de nada, es el comienzo de una nueva forma de vivir el cuerpo y las emociones”, concluye.







