Descubre cómo una buena higiene, alimentación equilibrada y descanso adecuado pueden potenciar el rendimiento académico
Con la llegada de marzo, miles de estudiantes en todo el país dejan atrás las vacaciones para retomar la rutina escolar.
Este inicio de año académico no solo representa un desafío, sino también una oportunidad para adoptar hábitos saludables que contribuyan al bienestar físico, mental y emocional.
Por ello es importante implementar prácticas como una correcta higiene personal, una alimentación balanceada, un descanso adecuado y un ambiente de estudio óptimo puede marcar una diferencia significativa en el desempeño escolar. Estudios respaldan estos beneficios:
- El American Journal of Infection Control señala que las escuelas con programas de higiene redujeron las ausencias por enfermedades en un 43%.
- El Journal of School Health indica que los niños que consumen frutas, verduras y proteínas tienen mayor concentración y memoria.
- El National Sleep Foundation reveló que el 71% de los estudiantes que duermen seis horas o menos tienen un rendimiento académico más bajo.
A continuación, te presentamos cinco hábitos esenciales que pueden marcar la diferencia en la vuelta a clases:
- Mantener una buena higiene para prevenir enfermedades
El regreso a clases implica una mayor exposición a espacios concurridos, como el transporte público, salas de clases y comedores escolares. Esto aumenta el riesgo de contagios, especialmente en temporada de otoño e invierno, cuando proliferan enfermedades respiratorias.
“El lavado de manos es una práctica crucial para cuidar la salud. Evita alrededor del 30% de las enfermedades relacionadas con la diarrea y cerca del 20% de las infecciones respiratorias”, explica Francisco Salamé, director comercial para el Cono Sur de la marca de higiene profesional Tork®.
Para reducir los riesgos, es recomendable:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Evitar compartir objetos personales como botellas de agua y utensilios.
- Desinfectar mochilas y útiles escolares con regularidad.
- Alimentación balanceada para mejorar la concentración
Una dieta equilibrada es clave para mantener altos niveles de energía y potenciar el rendimiento escolar. Según la School Nutrition Association, los estudiantes que desayunan obtienen puntajes un 17,5% más altos en pruebas de matemáticas y asisten 1,5 días más al año a clases.
Para una alimentación saludable, se recomienda:
- Incluir proteínas, frutas, verduras y cereales integrales en el desayuno y almuerzo.
- Evitar el exceso de azúcares y comida procesada, ya que afectan la concentración y el estado de ánimo.
- Mantenerse hidratado con agua en lugar de bebidas azucaradas.
- Establecer horarios de descanso para un mejor aprendizaje
Dormir al menos ocho horas es fundamental para el desarrollo cognitivo. Un sueño insuficiente afecta la memoria, la concentración y la resolución de problemas, habilidades esenciales para el aprendizaje.
Para mejorar el descanso:
- Establecer horarios fijos para dormir y despertar.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de acostarse.
- Crear una rutina relajante antes de dormir, como leer o meditar.
- Crear un ambiente de estudio adecuado
Un espacio de estudio bien organizado influye directamente en la productividad y autonomía de los estudiantes. Un entorno óptimo debe ser:
- Ordenado, con los materiales escolares al alcance.
- Bien iluminado, para evitar fatiga visual.
- Libre de distracciones, lejos del ruido y con acceso a herramientas de aprendizaje.
Además, fomentar el hábito de realizar tareas en un mismo lugar y horario ayuda a mejorar la concentración y retención de información.
- Fomentar la salud emocional y el equilibrio entre estudio y recreación
El bienestar emocional juega un rol crucial en el éxito académico. La comunicación y el apoyo familiar pueden hacer una gran diferencia en la adaptación a la rutina escolar.
Para fortalecer la salud emocional:
- Mantener un diálogo abierto con los niños y adolescentes sobre sus inquietudes.
- Fomentar la socialización y el tiempo de recreación.
- Equilibrar las responsabilidades escolares con actividades extracurriculares que generen bienestar.
Un año escolar lleno de logros y aprendizajes
Implementar estos hábitos no solo reducirá enfermedades y mejorará la concentración, sino que también fortalecerá la capacidad de aprendizaje y la seguridad de los estudiantes. Un regreso a clases exitoso depende de pequeños cambios diarios que potencien el bienestar y la productividad.
Es importante recordar que la higiene, alimentación, descanso, organización y salud emocional son pilares fundamentales para un año escolar lleno de logros y aprendizajes. ¡Haz que esta vuelta a clases sea la mejor!