El Ministerio del Medio Ambiente publicó en el Diario Oficial el Plan RECOGE del zorro chilote, una especie endémica “En Peligro”, que ahora cuenta con una hoja de ruta para su recuperación, conservación y gestión en el territorio.
Chile dio un paso clave en la protección de su biodiversidad con la oficialización del Plan de Recuperación, Conservación y Gestión (RECOGE) del zorro chilote, una especie endémica clasificada “En Peligro” desde 2006. El documento, publicado hoy en el Diario Oficial, reúne más de una década de trabajo coordinado entre servicios públicos, investigadores, organizaciones de la sociedad civil y comunidades locales.
El zorro chilote o zorro de Darwin (Lycalopex fulvipes) habita exclusivamente en la zona sur del país y es el cánido más pequeño de Chile. Debido a su alta vulnerabilidad y a la amenaza de desaparecer, en 2006 fue incluido en la categoría “En Peligro”, lo que motivó el inicio de una estrategia de largo plazo para asegurar su supervivencia.
El Plan RECOGE establece acciones concretas para proteger, restaurar y monitorear las poblaciones de la especie en su hábitat, articulando esfuerzos públicos y privados en un trabajo sostenido y colaborativo.
El ministro (s) del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, destacó la relevancia del instrumento:
“La publicación de este Plan RECOGE es una señal concreta del compromiso del Estado con nuestra biodiversidad. El zorro chilote es una especie única en el mundo y, con este instrumento, ponemos sobre la mesa acciones claras, conocimiento y coordinación para evitar su extinción y proteger su hábitat”, señaló.
El plan propone medidas para enfrentar las principales amenazas del zorro chilote y asegurar la viabilidad de sus poblaciones. Entre ellas destacan:
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Controlar el impacto de perros domésticos y asilvestrados, reduciendo ataques y transmisión de enfermedades.
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Proteger y restaurar el bosque nativo, su hábitat natural, incluyendo corredores biológicos y zonas de alimentación y reproducción.
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Monitorear científicamente la especie, tanto a nivel poblacional como sanitario.
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Reducir atropellos, mediante ajustes en caminos y pasos de fauna.
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Fortalecer la educación ambiental y la participación comunitaria, especialmente en áreas donde la especie está presente.
Estas acciones buscan integrar el conocimiento científico con el trabajo territorial para asegurar la conservación a largo plazo.
El desarrollo del plan fue posible gracias a la participación de diversas instituciones. Entre ellas, la organización Chiloé Silvestre, cuyo investigador Javier Cabello destacó la importancia de este proceso.
“Formamos un grupo de investigación del zorro chilote junto a Ezequiel Hidalgo y Darío Moreira, con el resultado de varias publicaciones científicas para esta especie. Participamos activamente desde los inicios, entregando información clave para identificar amenazas y proponer soluciones”, señaló.
El trabajo incluyó reuniones técnicas en Chiloé, Valdivia, Temuco y diversas instancias virtuales, integrando perspectivas locales, académicas y comunitarias.
El zorro chilote se distribuye principalmente en la Isla Grande de Chiloé, pero también está presente en zonas de Nahuelbuta, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Cumple un rol clave en el ecosistema, ya que:
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Controla poblaciones de roedores e insectos.
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Contribuye a la dispersión de semillas.
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Mantiene la salud del bosque nativo.
Es un mamífero pequeño, de 2 a 3 kilos, hábitos nocturnos y comportamiento esquivo. Su pelaje oscuro y su silencioso desplazamiento entre el bosque lo convierten en un animal difícil de observar.
Qué hacer si se avista un zorro chilote
Si una persona ve a un ejemplar en su hábitat, se recomienda:
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Mantener distancia y no intentar acercarse.
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No alimentarlo bajo ninguna circunstancia.
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Controlar perros con correa y evitar su libre deambular.
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Registrar la ubicación y reportar el avistamiento a las autoridades ambientales.
