A pesar de ser un cáncer prevenible, el cáncer de cuello uterino sigue siendo la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile. Expertos advierten que reforzar la vacunación contra el VPH, actualizar los métodos de tamizaje y cerrar brechas de acceso son claves para avanzar hacia su eliminación.
En el marco del Día Mundial para la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino, que se conmemora cada 17 de noviembre, especialistas llamaron a acelerar las acciones para enfrentar el cáncer cervicouterino, la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile. Cada año, 1.500 mujeres son diagnosticadas y 600 fallecen, lo que equivale a dos muertes diarias, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.
El 99% de los casos está asociado al Virus del Papiloma Humano (VPH) de alto riesgo —principalmente los subtipos 16 y 18—, una infección común entre personas sexualmente activas. Aunque el sistema inmune suele eliminarlo, la persistencia del virus sin tratamiento puede generar lesiones precancerosas que evolucionan a cáncer.
Avances y brechas: el panorama en Chile
En la última década, Chile ha logrado avances importantes. Desde 2014, la vacuna contra el VPH está incorporada al Programa Nacional de Inmunizaciones para niñas de 4° y 5° básico, y desde 2019 también para los niños. Paralelamente, el país avanza hacia la implementación del test de VPH como método primario de tamizaje, reemplazando progresivamente al Papanicolaou (PAP).
“Este cambio, que ya se aplica en algunos servicios de salud, incluye la opción de toma autónoma, lo que facilita la participación de mujeres que tradicionalmente no acceden al control ginecológico”, explica el Dr. Mauricio Cuello, obstetra ginecólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Estas acciones se alinean con el Plan Nacional de Cáncer 2018–2028 y el Plan de Acción 2022–2027, que fijan metas en consonancia con la estrategia internacional 90–70–90:
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90% de cobertura de vacunación contra el VPH en niñas de 15 años.
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70% de cobertura de detección.
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90% de tratamiento oportuno de lesiones precancerosas y cáncer invasivo.
Sin embargo, persisten desafíos. Las coberturas de vacunación siguen siendo menores en zonas rurales y entre la población migrante. En tamizaje, el PAP continúa siendo el método más utilizado, pese a su menor eficacia frente al test de VPH.
Según la Encuesta Casen 2022, solo el 66% de las mujeres de 25 a 64 años se realizó un PAP en los últimos tres años, con regiones por debajo del promedio nacional:
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Antofagasta: 59,9%
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Coquimbo: 60%
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Tarapacá: 61%
Lo que falta para avanzar
El especialista advierte que el principal desafío está en cerrar las brechas de acceso. Para lograrlo, enfatiza la necesidad de:
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Consolidar el test de VPH como método primario, con opción de toma autónoma.
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Fortalecer la educación y comunicación de riesgo en mujeres mayores de 30 años.
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Implementar sistemas digitales de trazabilidad y seguimiento que integren atención primaria y servicios especializados.
“Chile tiene las herramientas para eliminar este cáncer. Hoy el desafío es garantizar que todas las mujeres, sin importar su condición socioeconómica o región, accedan a prevención, tamizaje y tratamiento oportuno”, concluye el Dr. Cuello.








