El diagnóstico rápido y el tratamiento oportuno de un accidente cerebrovascular son clave para reducir secuelas permanentes y aumentar las probabilidades de recuperación.
El accidente cerebrovascular (ACV) es una de las emergencias médicas más graves y frecuentes en el mundo. Ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, provocando la muerte de millones de neuronas en minutos. En esta condición, el tiempo es vital: un ACV puede destruir hasta 1,9 millones de células cerebrales por minuto, lo que vuelve fundamental la detección temprana y la atención inmediata.
En América Latina, cada 40 segundos una persona sufre un ACV. Puede ocurrir en el hogar, en el trabajo o en cualquier espacio público, por lo que identificar sus síntomas es determinante para evitar discapacidades severas o la muerte. Para ello, especialistas recomiendan la metodología CORRE, una guía simple que ayuda a reconocer los signos de alerta.
C – Cara torcida: pedir que la persona sonría; si un lado no se mueve, es un signo de alerta.
O – Ojo con alteración visual: visión borrosa, doble o pérdida repentina de la vista.
R – Rápida debilidad: dificultad para levantar brazos o piernas; uno de ellos cae o no responde.
R – Raro al hablar: habla confusa, inentendible o dificultad para expresarse.
E – Emergencias: ante cualquier signo, llamar de inmediato a urgencias. No esperar.
“El 80% de los accidentes cerebrovasculares pueden prevenirse. La educación, la detección temprana y el acceso a tecnología médica precisa son fundamentales. En Siemens Healthineers trabajamos para que los equipos médicos ofrezcan rapidez y exactitud, ayudando a salvar vidas y reducir secuelas”, señaló Andrés Vásquez, Líder de Cuidados Neurovasculares para Latinoamérica en Siemens Healthineers.
El avance en tecnologías diagnósticas —como la tomografía, la resonancia magnética y la angiografía— permite visualizar en segundos las áreas afectadas del cerebro e identificar el tipo de ACV. Estas herramientas agilizan las decisiones clínicas y mejoran significativamente las posibilidades de recuperación de los pacientes, al facilitar tratamientos más rápidos y efectivos.








