Nueva investigación muestra un cambio en los hábitos de consumo: las familias están priorizando agua purificada por encima de bebidas procesadas, impulsando estilos de vida más saludables y sostenibles.
Con temperaturas que podrían llegar a los 34° esta semana, según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la hidratación vuelve a posicionarse como una prioridad en la rutina diaria. Pero ya no se trata solo de combatir el calor: cada vez más chilenos están incorporando prácticas de bienestar que incluyen un consumo más consciente y sostenido de agua.
Un estudio realizado en 2025 por Maihue, a 1.680 hogares del país, reveló que 8 de cada 10 personas toma más agua desde que cuenta con una fuente de hidratación purificada e ilimitada en su hogar.
La investigación también mostró que 7 de cada 10 encuestados adoptó hábitos más saludables tras aumentar su consumo de agua, desde elegir comidas más livianas hasta retomar la actividad física. Para muchas familias, la hidratación se ha transformado en la puerta de entrada a un estilo de vida más equilibrado.
“Muchas personas quieren hacer un cambio en sus hábitos, pero no saben por dónde empezar. Beber agua de forma regular es un gesto simple y el primer paso para entender qué necesita nuestro cuerpo para sentirse mejor”, explica Claudio Brinkmann, cofundador de Maihue y experto en tecnologías de hidratación.
Una transformación cultural en torno al agua
El estudio evidencia que las personas están revalorizando el agua como principal fuente de bienestar, en contraste con el consumo de bebidas azucaradas. Esta tendencia refleja un interés creciente por opciones naturales, saludables y coherentes con un estilo de vida sostenible.
“Estamos observando una transformación cultural: las personas buscan bienestar físico y, al mismo tiempo, coherencia ambiental en sus decisiones de consumo”, agrega Brinkmann.
El acceso a agua de calidad, mediante sistemas de purificación u otras fuentes seguras, ha sido clave en este cambio. Los participantes destacaron que el buen sabor y la confianza en la pureza del agua son factores determinantes para reemplazar bebidas procesadas por agua purificada.
Hidratación y salud: evidencia internacional
Diversas investigaciones internacionales han demostrado que mantenerse hidratado tiene efectos directos en el rendimiento físico, cognitivo y emocional. Un estudio del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) de EE. UU. determinó que las personas bien hidratadas tienen menos riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y pueden vivir más años con buena salud.
El análisis —realizado durante 30 años a más de 11.000 adultos— comprobó que quienes presentan mayores niveles de sodio en la sangre, señal de baja hidratación, tienen más probabilidades de sufrir enfermedades como insuficiencia cardíaca, diabetes o demencia.
Chilenos más conscientes: salud y sustentabilidad
El auge del consumo de agua purificada coincide con un momento clave en la conversación pública sobre sustentabilidad. Durante el último año, distintas iniciativas orientadas al uso responsable del agua han permitido evitar millones de botellas plásticas de un solo uso, reduciendo significativamente el impacto ambiental.
“Beber entre 1,5 y 2,5 litros de agua diarios mediante sistemas libres de plástico no solo mejora la salud, sino que también reduce la huella ambiental asociada a envases desechables”, señala Brinkmann. “En Chile estamos cada vez más conscientes de ese impacto”.
El estudio indica que las personas valoran acceder a agua de calidad sin generar residuos ni depender de procesos industriales. Este enfoque representa una nueva mirada sobre la hidratación: una práctica diaria que beneficia tanto al cuerpo como al planeta.
“Cuando comprendemos que el agua que bebemos puede ser saludable y, al mismo tiempo, respetuosa con el entorno, el cambio ocurre naturalmente. Es un ejemplo concreto de cómo la sustentabilidad comienza en los hábitos más simples”, concluye el ejecutivo.








