La noche del viernes 2 de mayo de 2025, el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins fue testigo del esperado regreso de W.A.S.P. a Chile, marcando dos décadas desde su última presentación en el país.
Por Beto Arán
Más de 2.000 fanáticos del heavy metal se congregaron para celebrar los 40 años del álbum debut homónimo de la banda W.A.S.P., inscrito en el marco de su gira «Album One Alive». Desde el inicio, la energía fue palpable. El incombustible Blackie Lawless, acompañado por Mike Duda (bajo), Doug Blair (guitarra) y Aquiles Priester (batería), ofreció una interpretación completa de su primer disco, incluyendo clásicos como «I Wanna Be Somebody», «L.O.V.E. Machine», «Tormentor» y «Sleeping (In the Fire)».
El público, compuesto por seguidores de todas las edades, coreó cada canción, creando una atmósfera de comunión y entusiasmo. Una fiesta total para un repertorio también incluyó otros éxitos de su carrera, como «The Real Me», «Forever Free», «Inside the Electric Circus» y «The Torture Never Stops», demostrando la vigencia e impacto duradero en la escena del metal. Verdaderas joyas de unos 80’ marcados por el exceso, las fiestas y el rock & roll.
Sin embargo, la noche no estuvo exenta de controversia. Durante la interpretación de “Sleeping (In The Fire)”, Lawless interrumpió el show visiblemente molesto. Al parecer, algunos asistentes abrían atravesado la barrera de la primera fila. Una acción que había sido advertida previamente por la organización del evento.
Tras expresar su descontento, abandonó el escenario abruptamente, dejando al público en un estado de incertidumbre. Después de varios minutos y tras los cánticos de los fanáticos pidiendo su regreso, la banda retomó el show, aunque la tensión persistió en el ambiente.
El líder de la banda, hizo gala de su poco humor y sello de “rockstar” que siempre ha rodeado su trayectoria. Al menos, así lo dejó en claro desde su arribo al aeropuerto, donde no se dejó ver ni fotografiar por un puñado de fans que lo esperaban a su arribo procedente de Buenos Aires (Argentina).
A pesar del incidente, el concierto concluyó con una ovación del público, agradecido por la oportunidad de revivir en vivo la esencia de W.A.S.P. La velada fue un recordatorio del legado de la banda y de la pasión inquebrantable de sus seguidores chilenos.
El regreso de W.A.S.P. a Santiago no solo celebró un hito en su carrera, sino que también reafirmó su lugar en el corazón de los fanáticos del metal en Chile, dejando una marca imborrable en la memoria de quienes asistieron a esta intensa y emotiva noche.