Aunque a primera vista pudiera parecer un relato de amor, la verdadera esencia del sencillo de Vale Castillo está relacionada a sortear los obstáculos del camino para perseguir los sueños sin perder el foco.
A raíz de acordes sueltos y letras automáticas, una simple idea construyó todo un tema. Una composición que surgió de manera espontánea, y que, mientras se trabajaba en ella, Vale Castillo (29) tuvo un momento de claridad y pensó: “Este tema es para Pau”.
Ambos artistas se conocieron en 2022. Sin embargo, no fue hasta junio de este año que se concretó la esperada colaboración. Mediante una naturalidad total, en “lo que prometí” nació la conexión que entregó aquella frescura característica de las mejores fusiones.
El proceso creativo se gestó a raíz de un periodo desafiante, marcado por situaciones que llevaron a la cantautora a priorizarse a sí misma. Tras superar malestares de salud, tanto físicos como mentales, Castillo cerró un episodio para retomar su trayectoria musical, la que estuvo un año completo en un receso indefinido.
“Siempre tengo mucha fe y ganas de hacer cosas. Pero, en ese entonces, solo me estaba mirando a los pies… literalmente. Estaba acostada porque no tenía otra cosa que hacer más que recuperarme; de eso habla el tema, aunque hayan adversidades que no te permitan hacer lo que tú te prometiste, siempre puedes concretarlo”, precisa Vale Castillo.
A nivel sonoro, esta nueva canción marca una diferencia clara frente a su repertorio anterior. Con guiños al pop y a los tintes indies, utilizando nuevas texturas musicales, la productora —de su propio proyecto— se está acercando a lo que será la esencia de su próximo álbum.
En este sentido, se logró un equilibrio entre géneros que enriquece su estilo, dejando en evidencia que sus andares actuales están orientados hacia el indie pop.
“Me gusta fluir; tener tintes de alguno que otro. De cierta forma, siento que ya pasé por el que quería probar todo. Hice un dancehall y algunos reguetones que tengo guardados, pero creo que ahora estoy más como purista, de cierta forma. Quiero mucho dedicarme al indie pop y que me conozcan por eso”, señaló.
Esta importante colaboración marca un hito dentro de sus cuatro años de recorrido. Cada elemento, decisión de producción y todo lo que forma parte del tema, parece estar impregnado de su esencia. Es tan personal y significativa que, cada vez que lo escucha, se emociona hasta las lágrimas, algo que no le había ocurrido con sus canciones anteriores.
Con aportes desde la composición hasta la producción, pasando por los detalles del video, las fotografías y todo lo relacionado con el proyecto, recalcó que su participación fue total. Ese nivel de compromiso y conexión es lo que, según ella, hace que esta canción sea tan única y especial.
“Hay promesas de todo tipo, como nuestras promesas que nos hacemos cuando somos chiquititos, que es un poco en este caso. A mí misma me prometí que quería ser cantante y nunca he dejado de intentarlo”. (Vale Castillo).
La sinergia de dos talentos: “La inspiración fue mutua y es bonita”
Pau no solo escribió su propio verso para la canción, sino que dejó una huella importante en el proceso creativo. Según Vale Castillo, lo que más aprendió de Pablo Acuña fue la importancia de hacer las cosas con paciencia y sin tantas expectativas, algo que él mismo menciona en su letra. Esa perspectiva relajada hacia la creación fue transformadora, permitiéndole disfrutar más del proceso sin la presión de buscar resultados inmediatos.
Su actitud despreocupada y su conexión natural con la música la impactaron. Recuerda cómo él llegó al estudio disculpándose por haberse quedado dormido, y luego, de manera casi mágica, tomó el micrófono y grabó su parte sin esfuerzo aparente. Fue un momento auténtico que capturó su esencia.
Más tarde, durante el rodaje del video, Pau confesó que esa visita al estudio le despertó una nueva ola de creatividad. Desde entonces, no había podido dejar de componer. Esa inspiración mutua marcó el proyecto con una energía única. Para ella, Pau tiene algo especial, una conexión innata con la música que se siente en todo lo que hace, y eso la motivó a seguir explorando su propia creatividad.
“De cierta manera, me identifica la música de Pau. Me identifica lo que él hace, y a ello, me gusta ponerle este pop mío. Es una colaboración real y orgánica”, indicó.
La motivación para mostrar la realidad plasmada en sus letras surgió de una autoconciencia profunda. Para ella, es evidente cuando un artista no está creando desde un lugar auténtico, y esa sensación la acompañó durante una etapa en la que no se sentía completamente feliz con lo que hacía.
En este sentido, en medio de su carrera se encontró con un punto de quiebre e inflexión: necesitaba volver a lo esencial y escribir desde un lugar más personal y honesto. Por ello, a día de hoy, percibe la música como una forma de plasmar su visión artística de manera auténtica y coherente.