La iniciativa está compuesta por 6 Centros de Simulación que cuentan con equipos de última generación para permitir a los estudiantes explorar escenarios clínicos realistas y sin riesgos para los animales.
La Universidad Santo Tomás inauguró la primera Red de Centros de Simulación Clínica de Medicina Veterinaria, una iniciativa de vanguardia que busca entregar a los estudiantes una herramienta educativa innovadora que moderniza la forma en que se enseña y se aprende la medicina veterinaria. La iniciativa proporcionará un entorno de aprendizaje controlado, con animales sintéticos que poseen cualidades idénticas a los reales. De esta forma, los estudiantes pueden poner en práctica sus conocimientos de manera controlada y sin riesgo antes de aplicarlos en seres vivos.
Actualmente, la Red de Centros de Simulación Clínica de Medicina Veterinaria UST está conformada por 6 centros ubicados en las sedes de Santiago, Concepción, Temuco, La Serena, Valparaíso y Valdivia. Sin embargo, se espera consolidar en una próxima etapa la Red de Hospitales Veterinarios para entregar atención veterinaria de primer nivel a la comunidad, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de poner en práctica sus habilidades en un entorno real.
“Este proyecto fue formulado como parte de la actualización de nuestro plan de estudio en el que confluyen cuatro ejes principales: disminuir el uso de animales, respetar las medidas de bienestar animal, incorporar temáticas donde se pueda trabajar desde el enfoque de UnaSalud, y mantenernos a la vanguardia en las nuevas metodologías de enseñanza/aprendizaje”, comentó Carmen Luz Barrios, decana de la Facultad de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás.
Bienestar animal
La creación de esta Red de Centros de Simulación representa un importante avance para le enseñanza de la medicina veterinaria, ya que los estudiantes podrán acceder a una experiencia práctica realista desde el inicio de su formación, permitiendo a los futuros profesionales explorar escenarios clínicos de manera segura, utilizando herramientas y maquinarias reales.
Sobre este punto, la decana Carmen Luz Barrios explicó que “la relevancia de estas metodologías innovadoras es que nos permiten cumplir con todas las normativas vigentes de bienestar animal, minimizando el uso de animales en la academia, complementándose para tener un mejor resultado formativo. Al tener un mayor número de repeticiones seguras de los procedimientos, los estudiantes van a estar mejor preparados para el mundo laboral porque van a tener más horas de práctica gracias a la simulación veterinaria”.