“Pablo Neruda” es la primera escuela comunal con trabajo de integración. Psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas educacionales, y psicopedagogos forman parte del equipo del Programa de Integración Escolar que trabaja a diario con estudiantes con necesidades especiales.
Cada día, cerca de 450 los alumnos llegan hasta la Escuela Pablo Neruda en la ciudad de Tocopilla (Región de Antofagasta). De ellos, el 25% presenta necesidades educativas especiales, ya sea porque están dentro del espectro autista, tienen dificultades con el desarrollo del lenguaje o presentan trastorno por déficit de atención con hiperactividad, entre otras.
Ello es todo un desafío para el personal docente que trabaja en esta escuela patrimonial, más aun considerando que no cuentan con los implementos necesarios para entregarles un entorno inclusivo, accesible y adecuado para promover su desarrollo integral, aprendizaje y participación en el entorno escolar.
Para contar con un espacio e implementos adecuados para el óptimo desarrollo del Programa de Integración Escolar (PIE), la escuela postuló al Fondo Escolar 2025 de Minera El Abra el proyecto “Fortaleciendo los espacios educativos de nuestra escuela, convirtiéndonos en un refugio de aprendizaje”.
El recinto educacional, destinado a alumnos de pre-kínder a octavo básico, fue uno de los 17 ganadores de este importante fondo, que abarca jardines infantiles, escuelas y liceos, y que desde el año 2010 ha beneficiado a cerca de 18 mil personas entre estudiantes y docentes.
Cada una de las iniciativas que se presentan, lo hacen con la finalidad de impulsar el desarrollo de proyectos innovadores y que son diseñados por los propios establecimientos educacionales.
El gerente de Sustentabilidad de Minera El Abra, Gonzalo Larroulet, sostiene que “es muy importante apoyar la educación en las comunidades con las que trabajan, ya que los niños y niñas son el futuro de nuestro país. Este proyecto es especialmente significativo porque mejora el entorno de aprendizaje de estudiantes con necesidades especiales que requieren un mayor apoyo”.
El proyecto, que tiene como fin comprar implementos como espejos, columpios sensoriales, trampolín, balones, cojines sensoriales, audífonos anti ruido y muro de escalada, entre otros, está en pleno proceso de ejecución para que los 103 alumnos con necesidades especiales de la Escuela Pablo Neruda puedan tener acceso a una sala especializada.
El subdirector de la escuela Pablo Neruda y coordinador del proyecto, Julio Segovia, sostiene que “fue la primera escuela a nivel comunal que tuvo programa de integración, por lo que han ido desarrollando el trabajo en la medida que se han especializado en distintos tipos de necesidades educativas”. Agrega que siempre llegan estudiantes desde otras escuelas debido a la vasta experiencia que tienen con el trabajo de integración.
Esta escuela, que tienen un índice de vulnerabilidad del 92%, es una de las que tiene mayor cantidad de estudiantes con necesidades educativas especiales en Tocopilla: 34 están dentro del espectro autista, 21 tienen dificultas especificas del aprendizaje, 16 tienen discapacidad intelectual, 12 tienen trastorno del lenguaje, 11 trastorno por déficit atencional e hiperactividad, 6 funcionalidad intelectual límite, 2 tienen retraso global del desarrollo y un alumno es hipoacúsico.
Psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos y terapeutas educacionales que forman parte del equipo del Programa de Integración Escolar, trabajan a diario con los 103 estudiantes de la escuela que tienen necesidades especiales. Lo hacen en un horario establecido para ello y con una programación específica trabajada para cada caso.
El Fondo Escolar de Minera El Abra es parte del programa de inversión social que realiza la filial de Freeport-McMoRan y que año a año se consolida como un aporte concreto al fortalecimiento de la educación pública, aportando al mejoramiento de la enseñanza y aprendizaje de estudiantes de las comunas de Calama, Tocopilla, María Elena y Ollagüe.








