En competencias deportivas donde los mínimos detalles impulsan la trayectoria al éxito, el uso de tecnologías vinculadas a prótesis, sillas de ruedas e inteligencia artificial, resultan tan importantes como la preparación física sujeta al alto rendimiento.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, no sólo pasaron a la historia por convertirse en la primera cita planetaria ausente de público. Y es que la pandemia trajo consigo la implementación de tecnologías destinadas a simplificar el desarrollo del evento. La normativa de evitar un contacto estrecho con los deportistas, prohibición de ingresar a las zonas de competencia y el respeto hacia un significativo número de protocolos sanitarios, convirtieron a los drones en el principal aliado de entrenadores, comité organizador y medios de comunicación.
Una incidencia que, ante los ojos del mundo, también se hizo extensiva a los deportistas paralímpicos. Factores que sobrepasan los límites del entrenamiento, abriendo nuevos focos de interés asociados al equipamiento y capacidad del atleta. Para los deportistas paralímpicos, el uso de avances tecnológicos tales como las prótesis, sillas de ruedas e inteligencia artificial, resultan accesorios de vital importancia para acceder a una clasificación u obtención de medalla. El elemento más distintivo radica en el carácter personalizado de su fabricación, apelando a la ligereza de los materiales y estabilidad que ofrece el uso de fibra de carbono.
Sin duda, accesorios que cobrarán especial relevancia en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023. El deporte paralímpico, considera a personas con discapacidad física, intelectual y visual. Su clasificación permite agrupar a los participantes con similares limitaciones, bajo la finalidad que puedan competir en términos de igualdad, siendo el talento y la excelencia deportiva, los factores que determinen el resultado de la competición.
Para el médico del Comité Paralímpico de Chile, Daniel Bueno, la práctica deportiva de personas con discapacidad “ha cobrado una importante notoriedad, que se ha visto de manifiesto en la calidad de los atletas y verbalización social de este tipo de prácticas. Hoy, la mayor parte de la gente ya no le dice paraolímpico, sino que paralímpico. Eso es un concepto muy relevante para nuestra área”.
Asimismo, señaló que dos tipos de deportistas “quienes no pueden dedicarse 100% al deporte, sobre todo en lo de carácter colectivo, donde generalmente las personas se encuentran más trabajando que entrenando y, en la otra vereda, personas que viven del deporte, asimilado como un trabajo que va más allá de lo meramente recreativo. Eso implica un compromiso distinto, ya que no se puede comer cualquier cosa ni salir todos los fines de semana. Una tarea que exige un nivel mayor de disciplina”, explicó el profesional.
La Medicina y su incidencia en el Alto Rendimiento
El autocuidado, disciplina y rigurosidad de los deportistas, se elevan como tres conceptos fundamentales en la trayectoria formativa de los atletas. Conceptos que apuntan a la optimización de las capacidades, privilegiando aquellas prácticas que apunten a la consolidación del alto rendimiento competitivo. De igual modo, la necesidad de comprender su indisoluble nexo con la medicina, exhibe un enfoque y seguimiento distinto al utilizado en los procedimientos convencionales.
Actualmente, el deporte paralímpico desarrolla un nexo con la medicina alejado del procedimiento tradicional, implementando un seguimiento propio de las lesiones ligadas al deporte, asociado al tratamiento médico enfocado en el rendimiento del atleta, con escenarios donde el médico ejecuta la monitorización de sus deportistas.
En el caso de las personas con discapacidad, “la mayoría son adultos. Muchos de ellos, dejaron sus tratamientos en Teletón y centros de rehabilitación. Por lo tanto, casi ninguno tiene un fisioterapeuta o médico de cabecera. En Chile, aún falta que el médico se involucre en ese proceso. Asimismo, que la clasificación para la competencia sea lo más justa posible. Y ahí, resulta de gran importancia la colaboración de un profesional que conozca sobre salud y diagnóstico. A mi juicio, la fisiatría puede optimizar nuestro rendimiento para ir a pelear y defender clasificaciones”, explicó Bueno.
Actualmente, la práctica vinculada al deporte paralímpico descansa sobre dos accesorios que resultan fundamentales para la práctica de cualquier disciplina: las sillas de ruedas y prótesis deportivas. Según el médico del Comité Paralímpico de Chile “Tenemos muy pocos deportistas con prótesis deportiva. Hoy, el único seleccionado es Felipe Maturana. Sin embargo, tenemos a 10 personas con una amputación similar a la de nuestro abanderado, pero debemos saber quién realmente puede llegar a ser competitivo”.
El profesional, complementó indicando que “existe una marca danesa, responsable de fabricar prótesis que se instalan y luego retiran, una vez finalizada la actividad física. El ideal sería que ese implemento fuese estándar para todos los deportistas. Factor que nos obliga a interiorizarnos sobre el uso de prótesis y alineación, demostrando el valor de la ciencia y tecnología en función de la medicina”.
En el caso de las prótesis de fibra de carbono, permiten imitar la acción de la articulación anatómica del pie y tobillo de los atletas, compensando la fisiología limitada del usuario. Cuando se está corriendo, la curva de la prótesis se comprime en el impacto, almacenando energía y absorbiendo niveles de estrés que, en circunstancias habituales, recaería sobre el tobillo, rodilla, cadera y parte baja de la espalda. Al final de la fase, la curva regresa a su forma original, liberando la energía almacenada y propulsando al atleta hacia adelante.
Entre los implementos más comunes se encuentran las sillas adaptadas, vestuario deportivo y dispositivos de liberación en el tiro con arco, por citar algunos. Cabe destacar que pueden ser de “baja tecnología” o “muy avanzada”, dependiendo de la actividad a desarrollar y características del usuario. Sin embargo, la tecnología de asistencia también se ha vuelto más especializada, con equipos adaptados a atletas y usos individuales.
El deporte paralímpico en Chile y sus expectativas en Santiago 2023
Qué duda cabe sobre la efervescencia nacional que trae consigo un evento de esta magnitud. Una cita esperada con ansias por los atletas nacionales, quienes serán locales en los diversos recintos y espacios de nuestro país, habilitados para el histórico evento deportivo, subrayando un particular énfasis por la competencia paralímpica que se desarrollará a lo largo del certamen.
David Jorquera, deportista, corredor de 100 y 400 metros planos, clasificado para Santiago 2023, manifestó su satisfacción por participar en una cita de esta magnitud. Un atleta que, en base a sus alentadores resultados, fue modificando el carácter recreativo de la disciplina hacia una práctica enfocada al alto rendimiento. A su juicio, “resulta muy importante que se genere esta oportunidad, más en un país donde se le da mayor relevancia al fútbol en desmedro de otras actividades deportivas”.
De igual modo, “la televisión va a dar mayor visibilidad al mundo paralímpico. Asimismo, estimulará la práctica de deporte en niños con discapacidad. Una realidad que debiese promover su masificación e interés del público que asista a las competencias. A partir de las Olimpiadas de Tokio, la gente se informó mucho más. Asimismo, la televisión y medios de comunicación permitieron difundir y educar a las personas que no tenían mayor conocimiento sobre esta materia”, indicó Jorquera.
Para Cristian Cerda, corredor de 100 metros planos en Santiago 2023, representa una insuperable oportunidad para visualizar con mayor interés el deporte paralímpico. Además, dotará de implementación a los atletas chilenos que persiguen la excelencia deportiva en el alto rendimiento, ya que “la tecnología resulta sumamente necesaria. Nos facilita ejecutar mediciones de tiempo, reconocer cómo vascularmente funciona el organismo y perfeccionar la capacidad aeróbica en escenarios de competencia. Un buen ejemplo, son los relojes inteligentes que nos permiten maximizar el rendimiento en la pista de carrera”.
Según la atleta paralímpica, Cata Farías, conocer el alto rendimiento representa el pasaporte de ingreso a una sistemática práctica deportiva, ya que “te permite fijar metas más claras y objetivos específicos. Asimismo, gracias al deporte adaptado, podemos ampliar nuestro horizonte y llegar a límites insospechados. Si bien, participé del proceso selectivo, no podré competir en Santiago 2023. Realidad que, por ningún motivo, me significará bajar los brazos para ir en busca de mis aspiraciones”.