“Una mujer llena de vicios” es la versión teatral del polémico ensayo “Teoría King Kong”, de la célebre intelectual francesa Virginie Despentes.
El espectáculo, adaptado por Manuela Oyarzún y dirigido por Alexandra von Hummel, ofrecerá en GAM solo seis funciones, de jueves a sábado, entre el 14 y el 23 de noviembre.
En 2006, la afamada novelista francesa Virginie Despentes revolucionó al mundo con la publicación de la “Teoría King Kong”, texto que se convertiría en uno de los manifiestos fundamentales de la lucha feminista contemporánea.
En sus páginas celebra la sexualidad anterior al binarismo, un estado edénico como el punk-rock y su intención de dinamitar los códigos establecidos, especialmente los de género.
Dieciocho años después, llega a la escena nacional la versión teatral del controvertido escrito autobiográfico, en el que la autora habla sobre su propia violación a los 17 años, su decisión de prostituirse y de dirigir películas pornográficas.
Producido por el Teatro Nescafé de las Artes, “Una mujer llena de vicios” se trata de un espectáculo reflexivo e impactante, que cuenta con las actuaciones de Patricia Rivadeneira y Antonia Zegers, la adaptación de Manuela Oyarzún y la dirección de Alexandra von Hummel.
Sobre el escenario, se evidencia, con desparpajo e inteligencia, la persistencia del machismo en tiempos progresistas. Las actrices usan el lenguaje provocativo, pero a la vez reflexivo de Despentes, como dos mujeres que podrían ser la misma persona; o versiones de un mismo cuerpo: la que fue, la que es y la que será.
Se visten con trajes Coco Chanel para reflejar un recorrido vital a través de sus voces -que representan las de muchas- exponiendo así una conversación interna que va y que viene, que avanza y que retrocede, y que demuestra que “lo mismo que nos desfigura, nos constituye”, como señalara la propia intelectual francesa.
Patricia Rivadeneira -quien ya había participado en una adaptación argentina de la obra en 2023-, reconoce que en la obra las mujeres no son expuestas “como víctimas, sino como personas responsables de su propio destino y en el caso de la masculinidad considera que los hombres son responsables, pero también de alguna manera víctimas de un mandato. Hay una manera de ser mujer y una de ser hombre, y de alguna forma todo esto es una forma de sometimiento político para las estructuras de poder”.
Antonia Zegers, en tanto, cuenta que alucinó con la pieza en cuanto la tuvo en sus manos. “A mí me destapó la cabeza, me activó la endorfina pensar desde donde esta mujer está mirando el movimiento feminista, el vínculo entre hombres y mujeres, como ella funda nuevas ideas y habla de una trampa de la que somos víctimas hombres y mujeres. Mira desde los bajos fondos, la prostitución, la violación y la pornografía nuestro tejido social”, confiesa.
La obra no solo sorprende por el discurso provocador, sino también porque la propuesta escénica se aleja de la figura transgresora que encarna su autora.
“Le saco el sombrero a Alexandra von Hummel, nuestra directora. Ella le tuerce la mano al texto que está dicho por una mujer punk. Ella desacomoda el texto, desconfía de lo evidente y busca las fisuras. Eso ha sido para nosotras muy desafiante, porque nos ha sacado a ambas de nuestras zonas de confort y nos ha instalado en un espacio de experimentación muy arriesgado”, asegura Zegers, y continúa, “la pieza sintoniza de manera muy sensual con el público, porque se mete mucho en la sexualidad como en la raíz de nuestros vínculos y funciona muy bien para hombres y mujeres, es una obra que te invita a pensar en el no es no”.
14 al 23 Nov.
Ju a Sá — 20 h.
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