Según datos recopilados por proptech chilena de seguridad, en general, las comunidades actuales sin automatización de consejerías sufren de brechas de seguridad en su red operativa que pueden ser aprovechadas por delincuentes para irrumpir en sus instalaciones sin demasiado esfuerzo.
Las medidas de seguridad en edificios son una responsabilidad compartida entre los residentes y la administración, sin embargo, hoy en día sus esfuerzos se pueden ver superados considerando el aumento que ha tenido la delincuencia en el país. De hecho, según cifras de Carabineros, tan solo entre los años 2022 y 2023 han habido más de 1500 denuncias de robos en estas comunidades.
“El problema actual es que un número importante de edificios siguen funcionando como hace 30 años, cuando las necesidades de estos ahora son diferentes. Por ejemplo, actualmente ingresan tantas personas diariamente por el tema de las visitas, el delivery y las entregas de e-commerce, que los delincuentes aprovechan la falta de control de acceso para entrar desapercibidos”, comenta Benjamín Molina, experto inmobiliario y COO de la Proptech chilena de seguridad Cleverty.
La empresa dedicada al software y hardware que automatiza consejerías para mejorar la eficiencia y seguridad de edificios y condominios, hizo un levantamiento de información respecto a diferentes edificios de la Región Metropolitana a partir del informe de evaluación gratuito que realizaron en diferentes comunidades, donde destacaron los principales errores que se cometen en términos de seguridad:
Errores más comunes de seguridad que tienen los edificios
Cámaras no están ubicadas en locaciones estratégicas:
A pesar de que muchos de los edificios implementan un número importante de cámaras de vigilancia, en la mayoría de los casos no están ubicadas correctamente. Benjamín Molina menciona que “este es unos de los errores más comunes que vemos cuando evaluamos la seguridad de edificios, o les faltan cámaras o las usan de forma ineficiente, por ejemplo, usan cámaras que solo funcionan conectadas a la corriente, tienen cables expuestos, o están instalados en lugares con poca luz y visibilidad, haciendo imposible una grabación nítida”.
Ventanas y puertas de fácil acceso:
Desde Cleverty hemos comprobado que la forma más eficiente para mantener un edificio seguro es la de volverlo lo más hermético posible, ya que un error común en estos es tener un fácil acceso, como puertas sin cerrojo o de manillas fácil de manipular, falta de torniquetes, y ventanas sin seguro incluso cuando son las más vulnerables en los primeros pisos. “Cuando notamos estos errores siempre sugerimos en primera instancia instalar nuestro control de acceso o nuestras manillas digitales, las cuáles notifican a sus teléfonos en tiempo real si llegan a ser usadas por la comunidad y sus visitas”, añade el experto.
Falta de trazabilidad efectiva:
A los conserjes de edificios se les ha vuelto una tarea dura y complicada recibir los deliverys y entregas de e-commerce que llegan por parte de todos los departamentos. Debido a esto, muchos delincuentes se han aprovechado de este descontrol para tener una excusa para entrar a edificios y departamentos casi de forma desapercibida. Por eso, se debe dejar atrás el tema de la trazabilidad manual y enfocarse en la que va acompañada de la tecnología y la automatización de consejerías gracias dispositivos de control de acceso que forman una base de datos de todos los residentes, visitas y otros que estén dentro del edificio.
Dispositivos de seguridad en mal estado:
Desde Cleverty se ha visto que un error común también es confiarse de los dispositivos de seguridad del edificio o de la municipalidad sin siquiera saber si han tenido sus respectivas mantenciones. Sobre esto el COO de Cleverty comenta que, “hay ocasiones en que hemos comprobado que las comunidades no saben quién controla o tiene acceso a los dispositivos de seguridad, o incluso no saben si están funcionando bien”. Otro ejemplo es el de la iluminación, punto relevante para tener a plena vista todo lo que pasa alrededor del edificio y poder identificar cualquier actividad sospechosa, y por desgracia muchas veces las luces no funcionan y los residentes no lo reportan.