Según datos del Ministerio de Educación a 2022, el aumento del abandono escolar impactaba a 45.000 niños y niñas desvinculados del sistema educativo, además constató un aumento de la inasistencia en un 5% y en un 10% de inasistencias graves. En cuanto a Peñalolén, se mencionan 739 estudiantes desvinculados del sistema escolar.
Para enfrentar esta realidad, que lleva a estos menores a caer en riesgos como la delincuencia y el narcotráfico, entre otros, el Municipio de Peñalolén creó en 2010 el “Sistema de Alerta Temprana de Deserción Escolar” (SAT PRESENTE), proyecto piloto pionero en Chile que vela por el derecho a la educación, favorece la permanencia escolar y promueve la asistencia regular a clases de los niños, niñas y jóvenes matriculados en establecimientos educacionales de la comuna.
La alcaldesa Carolina Leitao destacó la importancia de resguardar las trayectorias educativas en la prevención de conductas de riesgo.
“Se ha demostrado que intervenir en prevención es mucho más eficiente y de menor costo que la inversión en reparación y eso lo hemos visto. Un niño o niña fuera de la escuela está expuesto a distintos riesgos y además está invisibilizado a la protección institucional y por eso es tan importante fomentar la continuidad de las trayectorias educativas”, destacó.
Por eso, precisó la jefa comunal, “este sistema tiene un sentido muy vital para nosotros, que es que ojalá no tuviéramos nunca más estas víctimas inocentes, niñas y niños que están en las calles y pudiéramos hablar de una infancia más feliz donde resguardamos sus derechos”.
Paolo Mefalopulos, representante de UNICEF en Chile sostuvo que “el derecho a la educación no se cumple simplemente con el acceso al sistema educativo, también se necesita resguardar y garantizar la trayectoria educativa de los niños, niñas y adolescentes y esto implica entre otras cosas, contar con un sistema de alerta temprana, como lo que se ha presentado acá. En Chile hay 227 mil niños, niñas y adolescentes que están afuera del sistema escolar y como escuchamos esto implica no solo una violación de derechos, una trayectoria, un futuro perdido para esos niños y niñas a veces, muchas veces, con costos socioeconómicos para toda la sociedad”.
Desde 2010 a la fecha el Sistema de Alerta Temprana para la Permanencia Escolar ha atendido a 9.751 estudiantes del abandono escolar, la retención escolar promedio llega al 97% de los estudiantes atendidos y el 80% promedio de ellos aumentó la asistencia.
Actualmente se trabaja con 21 colegios de Peñalolén, 15 reduca, 6 subvencionados, además de ofrecer asesorías técnicas en prevención de la exclusión escolar a todos los colegios de la comuna que lo requieran.
Desde el municipio de Peñalolén se presentó un manual de trabajo con la metodología para la óptima ejecución de iniciativas que repliquen el modelo SAT PRESENTE.
La subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, destacó que “uno de los elementos importantes de este programa es su mantención en el tiempo, porque los resultados de programas de esta naturaleza sólo se pueden ver en periodos más largos de tiempo, versus programas que son de entrada y salida. El derecho a la educación no se completa por el hecho de estar matriculado, el derecho a la educación se ejerce cuando además de estar matriculados los niños asisten a la escuela, están contentos en la escuela y además aprenden”.
¿Cómo funciona el “Sistema de Alerta Temprana de Deserción Escolar?
INASISTENCIA: Detectamos los casos a través de la inasistencia reiterada e injustificada, que es nuestro indicador “manada” y que sirve no sólo para prevenir la exclusión escolar, sino también otros factores de riesgo que estén afectando a los niños, niñas y sus familias.
LA ESCUELA: Un niño o niña que no asiste al colegio, está perdiendo oportunidades de desarrollo, aprendizaje y socialización, pero además no está siendo visualizado por ningún sistema de protección. Aquí el primer paso es la responsabilidad de la escuela, donde se despliegan todas las estrategias de su competencia como, por ejemplo, llamados telefónicos, entrevistas, visitas y firmas de acuerdo para mejorar la asistencia.
SAT: Si estas herramientas no dan resultado, se deriva a SAT donde comienza un proceso voluntario de intervención familiar de aproximadamente 8 meses, donde se trabajan competencias parentales, habilidades pro sociales con el estudiante, apoyo pedagógico a través de tutorías escolares y vinculación a redes de apoyo; todo estructurado en módulos estandarizados, adaptados según las necesidades de cada familia.
PREVENCIÓN COMUNITARIA: Como complemento, se trabaja la línea de prevención comunitaria, que busca sensibilizar a la comunidad escolar en la relevancia de la asistencia a clases. Aquí se desarrollan acciones de participación infanto-juvenil, entendiendo que son los niños los protagonistas de la búsqueda de soluciones a temas que les competen; capacitación a adultos, para generar conocimiento y herramientas preventivas en quienes se relacionan con los estudiantes; y por último, se trabaja en la sensibilización, para lograr relevar el tema a nivel local, mejorando la detección.