El texto presentado por el Grupo de Acción por la Energía Ciudadana (Gapec) y entregado a autoridades gubernamentales, propone un marco normativo específico para las Comunidades Energéticas, que incluiría mecanismos de financiamiento, acceso a créditos, tarifas diferenciadas y medidas de difusión y educación.
Las organizaciones del Grupo de Acción por la Energía Ciudadana (Gapec) presentaron el documento: “Energía Ciudadana en Chile: Propuestas para su fomento e implementación”. Este documento constituye un hito clave para impulsar la participación ciudadana en la generación y gestión de energía en el país y superar la crisis energética que se ha visto aún más evidente en los últimos meses con las cuantiosas alzas de la luz en las cuentas de los chilenos y chilenas.
El texto propone un marco normativo específico para las Comunidades Energéticas, es decir, entidades jurídicas formadas por socios/as que generan y consumen su propia energía. Allí se incluyen mecanismos de financiamiento, acceso a créditos, tarifas diferenciadas y medidas de difusión y educación. Además, se destacan lineamientos claros para la operación y mantenimiento de los sistemas energéticos, promoviendo la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones.
Daniela Zamorano, coordinadora de Proyectos de la ONG Energía Colectiva, señala que una de las propuestas más relevantes es “eliminar la obligación de acreditar la propiedad conjunta de los sistemas comunitarios. ¿Qué quiere decir eso? Hoy la normativa obliga a los grupos de personas que quieran tener un sistema de generación distribuida comunitaria a que demuestren a través de un contrato que son dueños de la planta y eso es un impedimento para modelos de financiamiento como los ESCO y los leasing. Eso es una barrera importantísima dado que los principales problemas que no permiten que la generación comunitaria se desarrolle, es el acceso a financiamiento. Entonces, esta es una propuesta que estamos tratando de promover dentro de los proyectos de ley relacionados con las energías renovables y con el proyecto de ley del subsidio tarifario”.
El documento también subraya la importancia de evitar la concentración de poder y de adaptar las soluciones a los contextos rurales y urbanos, respetando sus particularidades. Al respecto, Carla Douglas, coordinadora de proyectos y Co fundadora de la ONG Energía Colectiva y una de las redactoras de la propuesta, expresa que “Chile es un país que tiene una conciencia de avance en la energía renovable, se sigue pensando en una lógica muy productiva, de gran consumo, de gran escala, donde solamente las grandes empresas están involucradas. Ya es momento de que el mercado y Chile tenga políticas públicas para que se pueda abrir a la descentralización, a que la ciudadanía participe más activamente. Hoy hacer proyectos comunitarios en Chile es un poco complejo, hay varios pasos a seguir que no todas las personas entienden cómo hacerlo”.
La iniciativa fue liderada por la ONG Energía Colectiva, con coordinación de la Fundación Heinrich Böll y la colaboración de Fundación Chile Sustentable, la Red de Pobreza Energética (RedPE) y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
“Este documento fue elaborado en base al estudio que hicimos para la elaboración de políticas públicas para el fomento de energía ciudadana. Realizamos diversas entrevistas a expertas/os nacionales e internacionales, contamos con personas de España, Colombia y Brasil y se realizó un focus group con desarrolladores de proyectos comunitarios de propiedad conjunta de Chile. Además de eso, se realizó una exhaustiva revisión bibliográfica de diferentes políticas públicas y también artículos académicos que hablaban de transición energética, transición energética justa y de la importancia de incluir a la comunidad para que participen en esta transición”, puntualiza Carla Douglas.
Durante el lanzamiento realizado en el Salón de Honor del Ex Congreso Nacional, estuvieron presentes representantes de diversas organizaciones socioambientales, del Ministerio de Energía, del Gobierno Regional Metropolitano y de la sociedad civil, dando paso a un importante debate que pone en primer plano a la ciudadanía como agente de generación de energía.
Para acceder al documento y conocer más detalles, visite: energiacolectiva.cl.
¿Cuál es el diagnóstico de la situación energética en Chile y de qué manera estas propuestas ayudarían a solucionar las actuales problemáticas de las alzas de la luz?
Carla Douglas, coordinadora de proyectos, Co fundadora de la ONG Energía Colectiva y una de las redactoras del documento: Chile sí ha avanzado en la incorporación de las energías renovables. Tenemos una gran incorporación de ellas en la matriz energética que superaría el 40%, sin embargo, este desarrollo ha sido principalmente a gran escala, lo que no ha permitido que los beneficios del uso de energías limpias estén llegando a las personas directamente.
Esto se puede traducir fácilmente con lo que está pasando ahora con el aumento de las cuentas de luz. Hay una explicación técnica, no lógica, para que después de 10 años de incorporación de energías renovables, los precios todavía no hayan bajado. Y esto es por cómo se configura el mercado eléctrico de Chile.
Entonces, diría que si bien hemos avanzado, Chile es un país que tiene una conciencia de avance en la energía renovable, se sigue pensando en una lógica muy productiva, de gran consumo, de gran escala, donde solamente las grandes empresas están involucradas. Ya es momento que el mercado y Chile tenga políticas públicas que permitan que se pueda abrir a la descentralización, a que la ciudadanía participe más activamente. Que no sea difícil participar. Hoy hacer proyectos comunitarios en Chile es un poco complejo, hay hartos pasos que seguir, no todo el mundo entiende cómo hacerlo. Es importante que se abran los espacios para que todas las personas que quieran participar puedan hacerlo, que las personas que no tengan los recursos puedan acceder a esos recursos para hacerlo.
En los países que esto se desarrolló se empezaron con subsidios, no había otra manera. Si Chile sigue pensando en la lógica de gran escala, de no dejar este sistema centralizado, no vamos a avanzar a incorporar a las comunidades como corresponde, en darle la oportunidad a pequeñas empresas para que participen. Porque este tipo de proyectos también abre la posibilidad para que se creen otras economías que puedan beneficiar a las personas que están participando en los proyectos, sino también a pequeñas empresas que puedan ser parte de la construcción de esto. A Chile le falta mucho para seguir avanzando.
Tenemos los recursos, hay personas interesadas, los municipios, los gobiernos locales, pero es difícil. Por eso quisimos hacer este documento para hacer el camino más fácil.