A medida que se acerca la temporada de Navidad, muchos presupuestos familiares se ven afectados por los gastos de fin de año y el alto costo de la vida en la actualidad.
En muchos hogares será difícil celebrar las fiestas con holgura. Sin embargo, hay regalos que todos los padres y madres pueden dar a sus hijos, sin necesidad de vaciar los bolsillos. Con algunos consejos simples de Triple P – Programa de Parentalidad Positiva, madres, padres y cuidadores pueden hacer de este periodo uno muy especial, conectando con los niños, niñas y adolescentes, para fortalecer el vínculo y acumular momentos memorables para toda la vida.
La académica Carol Markie-Dadds, de Triple P Internacional, afirma que muchas familias necesitan apretarse el cinturón a medida que los costos básicos de vida alcanzan máximos históricos y los gastos de subsistencia se disparan, haciendo que padres, madres y cuidadores se sientan estresados y bajo la presión de ofrecer unas felices fiestas a sus hijos e hijas. “Una de las mejores maneras en que las familias pueden crear un ambiente positivo y enriquecedor es enfocándose en construir conexiones durante estas fiestas”, señala.
“Todos podemos aprender a celebrar con menos estrés financiero”, añade la psicóloga Javiera Cerda, directora de Capacitaciones y Programas de Triple P Latinoamérica. De acuerdo con sus palabras, “son muchas las acciones que se pueden tomar para que todos los integrantes de la familia puedan disfrutar de las fiestas de fin de año, creando recuerdos positivos y duraderos, sin salirnos del presupuesto”.
Entrega el regalo del tiempo
Prestar toda tu atención a tus hijos, incluso por breves momentos, es una excelente manera de ayudarles a sentirse especiales y fortalecerá su relación en los años venideros. Lo mejor de todo es que es gratis e incluso puede usarse como un regalo creativo. Por ejemplo: darles algún “vale por (una actividad de disfruten juntos)” que pueda canjear luego, para que pasen tiempo haciendo algo que ambos disfrutan, como jugar a la pelota, ver una película, hacer deporte al aire libre o leer un libro.
Explora tradiciones familiares divertidas
Las mejores tradiciones suelen ser gratuitas o de bajo costo: piensa en ir, por ejemplo, a una exhibición de luces o a un desfile navideño. También es una buena idea tener una noche de cine temática. Los niños pueden experimentar un sentido de pertenencia a la familia y divertirse mucho con las tradiciones familiares y también agregar otras nuevas. Organiza una tarde para que juntos decoren la casa con adornos hechos por ustedes mismos o preparen una sesión de repostería festiva. Otra idea es que juntos hagan una lista de reproducción de canciones para las festividades navideñas.
Fomenta el lema “menos es más”
Es normal que niños, niñas y adolescentes sueñen en grande y quieran muchos regalos. Pero en el clima actual, esto es cada vez más difícil de lograr para los padres.
Establece un rango de precios realista desde el principio y pide a tus hijos que incluyan sólo uno o dos regalos en su lista de “deseos principales”. Esto ayuda a gestionar las expectativas y aumenta las probabilidades de que los regalos sean apreciados y utilizados. A menudo existen versiones alternativas de artículos caros que son más accesibles. Esta también es una gran oportunidad para conversar con ellos sobre el valor del dinero y los hábitos de ahorro saludables, como guardar para después poder comprar artículos más grandes. Nunca es demasiado pronto para que empiecen a hacerlo, lo que puede aumentar su autoestima y la sensación de logro cuando alcancen su objetivo.
Inspira el espíritu de dar
Anima a tus hijos a crear regalos hechos a mano o reciclados, como tarjetas, adornos o manualidades personalizadas, para dárselos a sus amigos y familiares y, al mismo tiempo, convertirlos en una actividad creativa. Esto puede ayudarles a aprender sobre la gratificación de dar y centrarse en el esfuerzo y la reflexión que ponen en los obsequios.
También podrías contribuir a la comunidad invitando a tu familia a convertirse en voluntarios, ya sea en una iniciativa benéfica local, en un evento o en la recolección de alimentos para otras familias necesitadas. Difundir bondad y alegría ayuda a desarrollar habilidades sociales y el bienestar emocional de niños, niñas y adolescentes, además de ser una excelente manera de aprender el verdadero significado de esta temporada festiva.
Regálate tiempo de autocuidado
Puede parecer contradictorio, pero atender primero tus propias necesidades y tomarte el tiempo para recargar pilas haciendo algo saludable y beneficioso puede hacer más fácil mantener la calma y una actitud positiva durante los momentos estresantes.
Modelar este comportamiento puede, a su vez, mostrarles a tus hijos cómo afrontar la incertidumbre y las situaciones difíciles. Pedir ayuda puede ser un desafío, pero recurrir a la pareja, amigos, familiares o profesionales de la salud marca una gran diferencia a la hora de afrontar los desafíos de la vida.
Carol Markie-Dadds dice: “El verdadero espíritu de la época navideña está en pasar tiempo de calidad juntos y brindarles a los hijos el amor, el cuidado y la sensación de seguridad que proviene de un fuerte vínculo familiar. Estos consejos no sólo sirven para ahorrar dinero; se trata de crear recuerdos preciados y de fortalecer la relación para el futuro”.
“Los últimos días del año pueden ser también un muy buen momento para mostrarles a nuestros hijos lo que han avanzado y felicitarlos por sus logros, pero especialmente, por los esfuerzos y el empeño que hayan puesto en conseguir algo, en la práctica de algún deporte, en los estudios o cómo han fortalecido alguna habilidad social, por ejemplo”, añade la psicóloga Javiera Cerda.