En un escenario que recuerda los días oscuros de la pandemia por Covid-19, el Ministerio de Salud de Chile ha decretado Alerta Sanitaria por la mpox. Este brote, aunque menos mediático, ha generado una preocupación creciente en las autoridades, llevando a la implementación de medidas similares a las empleadas durante la crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2, la que marcó un punto de inflexión en la gestión ministerial de enfermedades emergentes, teniendo como objetivo preparar al sistema de salud para responder ante enfermedades que tengan el potencial de escalar rápidamente en términos de contagio. Entre las acciones autorizadas, podemos mencionar las facultades de aislar a personas contagiadas, realizar cuarentenas, implementar cercos sanitarios y establecer controles en puntos de ingreso al país.
En concreto, la mpox (también llamada Viruela Símica) es una enfermedad zoonótica viral, que ha mostrado un patrón de expansión global inesperado, forzando a los sistemas de salud a adaptarse rápidamente. Sin embargo, a diferencia de la pandemia de Covid-19, la respuesta ante mpox enfrenta un conjunto diferente de desafíos: La transmisión de la mpox es menos eficiente que la del SARS-CoV-2, pero no por ello menos preocupante. La enfermedad se propaga principalmente por contacto cercano y prolongado, lo que podría llevar a focos de infección en comunidades cerradas o entre personas con contactos directos.
Este aspecto hace que las medidas de control sean más focalizadas, pero también más difíciles de implementar de manera efectiva en una sociedad fatigada por las restricciones pandémicas.
Otro aspecto crítico es la disponibilidad y distribución de vacunas. A diferencia del inicio de la pandemia de Covid-19, ya existe una vacuna para mpox, derivada de la utilizada contra la viruela. Sin embargo, su disponibilidad es limitada y su distribución enfrenta desafíos logísticos. El decreto de Alerta Sanitaria otorga al Ministerio de Salud la flexibilidad para acelerar la adquisición y administración de vacunas, priorizando grupos de riesgo, algo vital para prevenir brotes mayores.
La experiencia acumulada durante la pandemia de Covid-19 ha permitido al Ministerio de Salud diseñar una respuesta más informada, organizada y efectiva, resaltando la importancia de mantener una comunicación clara y transparente con la ciudadanía. En este sentido, el desafío para el Ministerio de Salud será mantener a la población informada sin generar pánico, promoviendo la cooperación voluntaria con las medidas sanitarias. Lo anterior es un recordatorio de que la preparación y respuesta ante emergencias sanitarias es una labor continua.
En conclusión, la crisis sanitaria del Covid-19 dejó una huella indeleble en la manera de gestionar las crisis de salud pública en nuestro país y el mundo entero, y aunque la mpox presenta un escenario diferente, las herramientas y estrategias desarrolladas durante la pandemia nos ofrecen una base sólida para enfrentar este nuevo desafío.
Dra. Jenny Collipal Cayún
Directora Escuela de Medicina UCT