La sala RBX, en la comuna de Ñuñoa, acogió los sonidos de la legendaria banda nacional, quienes desplegaron una presentación cargada de energía y nostálgicos temas que cautivaron el interés del público.
Por Beto Arán
No necesitan carta de presentación para Los Peores de Chile. Una agrupación emblemática que, tras el fallecimiento de Pogo, histórico músico y compositor, no ha claudicado su trabajo sobre los escenarios, respetando los deseos de quien fuera uno de los grandes artífices de la escena punk en nuestro país.
Y claro está, la amplia trayectoria y años de oficio no pasan en vano. Cerca de la medianoche, la banda tomó las guitarras para brindar lo mejor de su repertorio, acompañada de un público que traspasó generaciones para disfrutar del impecable espectáculo.
La apertura con “Accidente” y “Vida de Zoo”, sirvieron para captar la atención de una fanaticada que disfrutó cada minuto de la velada. Con el ambiente en llamas, “Oh Cielos”, “6+12 y “Gil del año”, traían el hálito de nostalgia con canciones pertenecientes a su primer LP lanzado en 1994. Un trabajo reeditado con gran éxito en formato vinilo, con un valioso arte fotográfico digno de coleccionista.
Con el público en el bolsillo, “Un amigo”, la contagiosa “No recen”, “Reloj en blanco” y “Sudakas”, nos recordaban que el maldito rock se encuentra más vivo que nunca. Tras bajar las revoluciones, “Cerdo”, serviría de introducción para el clásico noventero “Síndrome Camboya”. El tema que cumplió 30 años de vida, sonó con la misma intensidad de sus gloriosos días.
Hacia el final, “Hollywood Boulevard”, desató las pasiones a través de ese discurso filoso, intenso y escéptico que opera como una cruda realidad frente a nuestras narices. Un himno del rock chileno, reflejo de una infelicidad social expresada en sonidos llenos de actitud. Y el remate, no podía ser de otra forma: “Pandilla”, “Chichiolina” y “Malos, Malos, Malos”, despedían una jornada donde el público fue el principal ganador.
Sin duda, una excelente jornada para Los Peores de Chile, agrupación que el año pasado recorrió el viejo continente, dejando una grata impresión y motivando una intensa agenda de presentaciones. Cualidad que en 2025, nos deja expectantes ante los próximos desafíos de esta icónica banda nacional.