Una mayor seguridad en el mismo ecosistema ante estafas, así como respaldo financiero que brinde garantías a los clientes, serán parte de los beneficios de la iniciativa recientemente aprobada por el Congreso. El espíritu de la nueva legislación, además, favorecerá la aparición de nuevos productos financieros similares a los tradicionales, pero basados en la blockchain.
Bastante agua ha corrido bajo el puente en el mundo cripto en Chile, desde que en 2018 comenzaron los líos legales entre las plataformas de compra y venta de activos digitales y los bancos, hasta hoy, con un mercado que se aproxima al medio millón de usuarios.
Hace pocos días, se sumó otro hito, quizá de los más importantes: la Ley Fintech fue aprobada por la Cámara de Diputados por amplia mayoría en su último trámite, con lo que quedó lista para ser promulgada por el Presidente Boric, documento que además establece la legalidad y regulación tanto de las plataformas crypto, como de los criptoactivos. La pregunta es: ¿cambia algo para los usuarios?
Espalda financiera
“En general, tanto para usuarios como empresas, la futura promulgación de la ley es una gran noticia. Primero, quien tiene criptomonedas podrá estar más seguro a la hora de acudir a una plataforma, mientras que por el lado de startups y exchanges, habrá mayores certezas y marcos regulatorios claros para operar”, señala Joel Vainstein, cofundador y Chief Growth Officer de Orionx.
En primer término, las plataformas deberán ser aprobadas y reguladas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Dicho paso obliga a las plataformas a dar garantías sobre cuatro aristas importantes: Ser responsables con la información que ofrecen a las personas; demostrar capacidad operacional para dar soporte a las transacciones que se realizan en ella; tener protocolos internos de respuesta a los usuarios y un gobierno corporativo de gestión de riesgo.
“Si bien no son muchos, han existido casos muy bullados de plataformas cripto que ante crisis han bloqueado las transacciones de usuarios o congelado los dineros. Es una preocupación real. Sin embargo, al entrar en rigor la nueva ley, toda empresa reconocida por la CMF deberá demostrar una espalda financiera que le permita, en caso de cualquier crisis, poder responder con la restitución de la inversión a sus clientes. Esa es una garantía tremenda”, destaca el ejecutivo de Orionx.
Persecución a delitos
Otro punto clave es la mayor seguridad dentro del mismo ecosistema crypto. Al entrar en rigor la ley, las plataformas tendrán la obligación de alertar a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) sobre operaciones sospechosas de fraudes, estafas, lavados de activos y de financiamiento para actividades ilícitas, así como también el organismo podrá dictar instrucciones a las mismas empresas para combatirlas.
“Actualmente existen servicios de empresas que realizan análisis de datos en blockchain, como Chainalysis, para detectar y frenar actividades ilícitas o sospechosas, permitiendo frenar transacciones, y así evitar que dinero llegue a entidades ilícitas conocidas o usuarios caigan en estafas. Son una especie de ‘blacklist’ y sistemas automatizados de detección de movimientos irregulares, muy útiles, con los que nosotros ya contamos y tendrán que ser un estándar a futuro cercano”, afirma Vainstein.
Nuevos productos
Finalmente, en lo que tiene que ver con nuevos productos, el ejecutivo de Orionx afirma que “este nuevo marco legal claro para operar favorecerá la aparición de nuevos casos de uso y servicios para las personas, ya que al menos en términos legales, empareja a las plataformas cripto con los bancos y otras instituciones financieras”.
Es decir, nuevos productos como fondos mutuos, préstamos, tarjetas de créditos, acciones o títulos de propiedad basadas en blockchain, serán más proclives a aparecer, ya que el espíritu de la ley protege más a las fintech frente a los bancos contra medidas del pasado como el cierre de cuentas. En cambio, existirá una mayor confianza para establecer alianzas entre las propias fintech y marcas de tarjetas, aumentando la competencia y favoreciendo la oferta de productos de cara al usuario.