El panorama post COVID ha estado marcado por tendencias tanto a nivel internacional como local, que están moldeando la nueva normalidad del turismo. A nivel global, observamos una mayor conciencia sobre la sostenibilidad, un crecimiento en el turismo de aventura y un aprecio por la cultura local y la gastronomía. En este sentido, Chile, con su biodiversidad, paisajes espectaculares y una escena culinaria en constante desarrollo, se encuentra bien posicionado para capitalizar estas preferencias.
En el ámbito local, el turismo de naturaleza, el enoturismo y la creación de rutas temáticas están experimentando un notable crecimiento. Recientemente, hemos sido honrados con el reconocimiento como Mejor Destino de Turismo de Aventura de Sudamérica en los World Travel Awards 2023, un logro que evidencia el potencial de Chile como destino para los amantes de la aventura. Sin embargo, aún tenemos desafíos importantes por delante, especialmente en potenciar lugares como Punta Arenas para atraer y retener a los cruceros, por ejemplo.
El rubro turístico no ha permanecido ajeno al avance tecnológico. Diversas herramientas han adquirido relevancia en nuestra industria, desde la reserva en línea hasta la personalización de experiencias, siendo la realidad virtual, el reconocimiento facial y la inteligencia artificial elementos clave que mejoran la experiencia del viajero y optimizan los procesos.
Junto con lo anterior, los cambios generados por la pandemia han moldeado un nuevo perfil de turista, enfocado en la salud, la seguridad y la flexibilidad en los planes de viaje. Es fundamental que la industria se adapte y responda a estas demandas para satisfacer las necesidades actuales de los viajeros.
El futuro del turismo en Chile se vislumbra prometedor, pero no exento de desafíos. El más importante es mejorar y no perder conectividad aérea, nacional e internacional. Un ejemplo de ello: este mes, cuatro compañías que viajan a Norteamérica -United, American, Air Canada y Aeromexico, anunciaron una reducción de su oferta de vuelos para la temporada de invierno entre abril y octubre. El otro desafío relevante es apalancar la promoción de Chile a nivel global, destacando nuestras ventajas y las de nuestro subcontinente.
Junto con ello, la diversificación de ofertas, la sostenibilidad, la mejora de la conectividad nacional e internacional, la inversión en infraestructura y tecnología, así como la promoción a nivel global, son aspectos cruciales para garantizar un futuro próspero y perdurable.
Chile posee un potencial turístico vasto y diverso, y es esencial abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades de manera estratégica. Con una planificación cuidadosa y un firme compromiso con la sostenibilidad, Chile está destinado a consolidarse como un destino turístico de clase mundial en los años venideros.
Gerente General de COCHA