Si hay algo que concluimos en el último Cirion Forum 2023 en Chile, es que la innovación tecnológica en las empresas no es solo un tema de desarrollo e instalación de infraestructura. Es un camino mucho más profundo que construye una ventaja competitiva real a corto y largo plazo, y que requiere de manera ineludible un cambio cultural al interior de las organizaciones para volvernos resilientes y adaptables. Dos conceptos clave que permiten afrontar de manera exitosa las constantes transformaciones.
En este periplo, el rol de los CEOs y líderes corporativos es analizar y custodiar de cerca el cambio de mentalidad necesario para integrar las transformaciones, porque las transiciones por sí mismas, sin una buena metodología de adopción, probablemente nos lleven a un gran fracaso.
Las empresas tienen que tomar la decisión de capacitar y permitirles a las personas desarrollarse en función de las nuevas soluciones y esa capacitación debe realizarse en paralelo a la implantación tecnológica. El proceso de adopción debe acompañar el desarrollo, porque en la medida que avanzamos hacia la transformación digital tenemos que ayudar a colaboradores, clientes y aliados a adaptarse para que no se queden fuera del circuito y, al contrario, se conviertan en gestores del cambio.
Aquí la idea de la humanización de la tecnología y socialización del acceso a la misma se vuelve central, porque traslada el foco desde una mera actualización de procedimientos, digitalización de operaciones o adhesión a nuevas tendencias, a un proceso que atiende las necesidades de las personas.
De esta manera, el primer elemento que debería estar presente en una visión de crecimiento continuo en las empresas es la integración de una área de desarrollo, innovación, investigación y emprendimiento que contribuya a identificar la hoja de ruta de las transformaciones y así anticiparnos.
En segunda instancia, es preciso diseñar buenos canales de comunicación que permean a la organización todo el bagaje y conocimiento desarrollado en este hub de pensamiento. Ello implica no solo dar una bajada de los contenidos, sino realizar un trabajo continuo de varios equipos, interdisciplinario, que nos permita llegar a una solución que, de paso, esté acordada con el cliente y sus necesidades.
Finalmente, pero no menos relevante, es fundamental entender que todo cambio tecnológico en una compañía no es solo un paso para subirse al carro de la modernización y adoptar el último grito de la moda. Una innovación tecnológica produce, ante todo, un impacto en el entorno, en los clientes, en la organización y, por cierto, en los resultados de negocios y sus respectivas utilidades.
La tecnología es parte integral de nuestras vidas y los adelantos en materia de innovación ofrecen infinitas oportunidades de crecimiento en todos los ámbitos, sectores, regiones y empresas. En esta ecuación, resulta crucial que las organizaciones estén dispuestas a abrazar una cultura de innovación permanente si desean evolucionar en su estrategia de negocios y abrirse a nuevos mercados.
Las diversas herramientas tecnológicas que hoy están disponibles son la base de un cambio mental más profundo que lleva a las organizaciones a poner el negocio por delante, la tecnología por detrás y en el medio, a las personas como viabilizadores de esta transformación.
David Iacobucci
Director comercial de Cirion en Chile