Desde Familias Contra el Crimen Organizado, tras la cuenta pública del alcalde Mario Desbordes, manifestaron su inquietud.
“El tiempo para los diagnósticos ya pasó, necesitamos soluciones ahora”.
El llamado a la unidad que hace el alcalde es necesario, pero esa unidad debe empezar por escuchar a las comunidades organizadas, que hemos puesto el cuerpo y la voz frente al abandono.
Desde Familias Contra el Crimen Organizado
Hemos escuchado atentamente la primera cuenta pública del alcalde Mario Desbordes, donde, una vez más, se diagnostica la profunda crisis de seguridad que vivimos quienes habitamos Santiago Centro.
La cifra que entrega 46,3% de los hogares afectados por delitos y 15,1% por delitos violentos, no solo es alarmante: es un reflejo de lo que sufrimos diariamente en nuestras calles, barrios y plazas.
Una cifra que conocemos en carne propia, y que, lamentablemente, solo sigue creciendo.
Sin embargo
Pese a los duros números, el balance que hace la autoridad local queda peligrosamente corto en cuanto a soluciones concretas e inmediatas.
El alcalde habla de gestiones «al más alto nivel» y promete triplicar la dotación de inspectores municipales antes de fin de año.
Pero la realidad es que, hoy, las y los vecinos seguimos esperando medidas urgentes y efectivas que permitan devolvernos la tranquilidad.
Desde nuestra organización hemos levantado propuestas concretas que siguen sin ser escuchadas, como:
- La recuperación efectiva de espacios públicos tomados por el narcotráfico y la delincuencia.
- El fortalecimiento real de la coordinación entre las policías y el municipio.
- La implementación urgente de sistemas de vigilancia y respuesta rápida que cubran las zonas más afectadas.
Valoramos que la actual administración reconozca el problema
Algo que la ciudadanía viene gritando hace años, pero el tiempo para los diagnósticos ya terminó.
La seguridad no puede seguir siendo una promesa que se posterga para «antes de fin de año» mientras las familias continúan viviendo con miedo.
El llamado a la unidad que hace el alcalde es necesario, pero esa unidad debe empezar por escuchar a las comunidades organizadas, que hemos puesto el cuerpo y la voz frente al abandono.
Las palabras deben traducirse en acción
- Más patrullajes efectivos.
- Recuperación de barrios.
- Un compromiso transparente con las prioridades de seguridad ciudadana.
No basta con delinear desafíos
Santiago necesita liderazgo valiente y respuestas inmediatas.
Porque detrás de cada cifra que se expone hay familias afectadas, barrios deteriorados y un tejido social que se sigue rompiendo.
«Desde Familias Contra el Crimen Organizado seguiremos vigilantes y movilizados, exigiendo que la seguridad de nuestras familias no sea una promesa más, sino un derecho garantizado».