Zona de convergencia subtropical en el Pacífico, a miles de kilómetros de la costa chilena, es la causante de los ríos atmosféricos que favorecen la ocurrencia de precipitaciones en la zona central del país durante los años en que se hace presente el fenómeno de El Niño.
Roberto Rondanelli, académico del Departamento de Geofísica de la U. de Chile, explica que las intensas lluvias registradas este invierno se deben precisamente a la presencia de esta zona de convergencia subtropical, pero que en esta ocasión el evento se ha generado sin un fenómeno de El Niño bien desarrollado.
“Variabilidad de las precipitaciones relacionadas con ENOS en el centro de Chile: el papel del transporte de humedad a gran escala” es el nombre de una investigación publicada recientemente por el académico del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile, Roberto Rondanelli, junto a Diego Campos, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) en el Journal of Geophysical Researtch: Atmospheres. En ella, los autores chilenos revelan que las causas detrás de la mayor precipitación que se observa durante los años en que ocurre el fenómeno de El Niño
El profesor Roberto Rondanelli explica que “esta es una pregunta de investigación bastante antigua y, en general, la explicación más prevalente hasta ahora es lo que nosotros llamamos en el trabajo la explicación ‘dinámica seca’, que consiste en un anticiclón localizado en el mar de Amundsen-Bellingshausen que desviaría los sistemas de mal tiempo hacia la zona central de Chile durante años de El Niño. Nuestro énfasis está en el papel que desempeña el transporte de agua desde las zonas subtropicales del Pacífico, en particular en una zona de convergencia subtropical (ubicada entre los 100 y los 140º W)”.
“En años de El Niño encontramos que los ríos atmosféricos que llegan a la zona Central son más largos y contienen más vapor de agua y, por lo tanto, encontramos que este transporte de humedad desde zonas lejanas (a miles de kilómetros de nuestra costa) es fundamental para hacer llover en años de El Niño, que son -en general. los años más lluviosos en la zona Central”, detalla sobre los principales hallazgos de esta investigación. El trabajo, en esta línea, plantea cómo los cambios en las precipitaciones en áreas tropicales pueden influir en la cantidad de lluvia que cae en lugares distantes como la zona central de Chile.
No obstante, sobre las precipitaciones que este invierno han afectado con especial intensidad a la zona centro y sur del país, el investigador de la Universidad de Chile aclara que “durante este año no hemos tenido El Niño bien desarrollado y, por lo tanto, nuestros resultados no aplican completamente a lo que ha sucedido este año. Sin embargo, hemos observado que este año, a pesar de no haberse desarrollado El Niño del todo, y de no estar presentes todos los elementos, sí ha estado presente la zona de convergencia subtropical, que es la clave del mecanismo de los años lluviosos que observamos en nuestro trabajo”, afirma el profesor Rondanelli.
“Las razones de por qué esta zona de convergencia ha estado presente sin que El Niño esté del todo desarrollado no están del todo claras y son materia de investigación”, advierte el académico.
¿Septiembre lluvioso?
El investigador del (CR)2 reitera que este estudio no puede ser aplicable a este año en cuerpo debido a que el fenómeno de El Niño no ha estado desarrollado completamente, pero explica que, “en general, lo que muestran las investigaciones anteriores es que al desarrollarse El Niño durante la primavera llueve más en la zona sur de Chile. En la zona Central, al acabarse el invierno, cesa esta relación entre El Niño y mayor precipitación”.
“Para la zona centro-sur de Chile, la Dirección Meteorológica -donde trabaja Diego Campos, co-autor del estudio, pronostica una primavera de normal a sobre lo normal en la zona centro-sur de Chile”, añade Rondanelli.